El HUBU perseguirá a los fumadores

G.G.U.
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La dirección asegura que cada vez hay más quejas por olores y colillas incluso en espacios ubicados en el interior del hospital. La advertencia atañe a plantilla, pacientes y visitantes

La dirección del HUBU firmó el pasado 31 de agosto una circular en la que se informa a todo el que acceda al complejo de que se van a intensificar las medidas para conseguir que se cumpla la legislación vigente, en la que se prohíbe expresamente fumar en el interior de los recintos hospitalarios. Y eso incluye la explanada del vestíbulo, los alrededores del aparcamiento o los accesos a la galería comercial, por citar algunos de los espacios más frecuentados por fumadores con bata blanca. Así, la dirección explica que se colocarán nuevas señales y publicidades para recordar que el incumplimiento de la ley puede conllevar la incoación de un expediente sancionador. Y, al mismo tiempo, añaden que a «los servicios de seguridad del hospital» se les han dado «instrucciones para requerir la identificación a cualquier paciente, acompañante y/o personal de la plantilla del hospital que sea sorprendido fumando en el recinto».

La nota está colgada en distintas zonas del hospital para que sea de conocimiento público, dado que uno de los aspectos que se destacan es que la «identificación», que puede acarrear denuncia por infracción administrativa y apertura de expediente sancionador, atañe a personal sanitario y no sanitario. De hecho, el texto comienza explicando que «cada vez con más frecuencia», la oficina de Atención al Paciente del HUBU está recibiendo «reclamaciones y quejas en relación con el hábito de fumar en el recinto externo e interno del hospital». De hecho, es conocido que hay puntos del interior del inmueble en el que los profesionales fuman; una realidad que la gerencia tilda de «evidente desde hace tiempo», no solo por las quejas de los usuarios, «sino porque se descubren colillas y fuertes olores a tabaco en determinadas instalaciones del recinto del hospital».

Algo que, destaca la nota, «demuestra que personal de la plantilla, pacientes y/o visitantes» vulneran «con frecuencia» el artículo 7 de la ley 42/2010 de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo, más conocida como ley antitabaco. Es el apartado en el que la normativa, aprobada durante el último Gobierno de Zapatero, especifica en qué espacios se prohíbe fumar. Y en el tercer epígrafe indica que no se podrá encender un pitillo en «Centros, servicios o establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos, comprendidos en sus recintos». Esto, si se cumpliera a rajatabla, implica que el personal del hospital, así como pacientes o visitantes tendrían que salir a la avenida Islas Baleares para fumar. Algo que, hasta ahora, no se ha conseguido.

Sin embargo, la dirección afirmó ayer que «nuestra obligación es prohibir fumar», por lo que se decidió poner más celo en el cumplimiento de la legislación que, sin embargo, no atañe a Fuente Bermeja. La disposición adicional octava de la ley detalla que «en los establecimientos psiquiátricos de media y larga estancia se permite fumar a los pacientes en las zonas exteriores de sus edificios, al aire libre, o en una sala cerrada habilitada al efecto, que habrá de estar debida y visiblemente señalizada, así como contar con ventilación independiente o con otros dispositivos para la eliminación de humos».

cámaras y denuncia. Si el incremento de carteles y publicidades en los que se recuerda la prohibición de fumar «en todo el recinto», con el destacado de que el incumplimiento es una infracción administrativa, no diera resultado y se siguieran viendo imágenes como la que ilustra esta información, la dirección se plantearía otras medidas más determinantes.

En concreto, «se podría valorar la colocación de cámaras de vigilancia en las zonas en las que se localizan colillas con más frecuencia «como medida disuasoria». En caso de que nada surta efecto y los responsables de seguridad detecten infractores reincidentes, «se valorará la posibilidad de denunciar ante la policía u organismo competente las conductas infractoras concretas para la instrucción de expedientes sancionadores e imposición de las correspondientes multas».

Todo ello, cree la dirección, debería ser suficiente para acabar con la imagen de esta página, estampa de lo más habitual en el HUBU.