Usuarios y ayudas de Cáritas se disparan un 50% desde la crisis

H. Jiménez / Burgos
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Fin de aniversario lleno de retos. La entidad cierra los actos de su medio siglo de vida con la dificultad de gestionar la salida de la recesión más larga

Campaña ‘Nadie sin hogar’ celebrada el 21 de novieimbre de 2013. - Foto: Jesús J. Matías

Cuando una organización celebra medio siglo de vida suele ser un motivo de celebración. Al menos de agradecimiento y de satisfacción por tantos años de esfuerzo. Lo malo es que en ocasiones este llega en un momento de saturación y de una creciente cantidad de trabajo derivada de las necesidades de los demás. Es el caso de Cáritas Burgos.

La entidad católica cerró ayer los actos de la conmemoración de sus primeras cinco décadas que inició el pasado mes de septiembre. Ahora se abre ante sí el año número 51, y de momento no parece que vaya a ser más relajado. Ni mucho menos.

A lo largo de esta crisis económica, la recesión más duradera de todas las que ha conocido la organización fundada en 1963, el número de personas atendidas se ha disparado un 50%. Entre los ejercicios 2003 y 2007, la dedicación de Cáritas permitió llegar a una media anual de 9.144 burgaleses. En los seis años siguientes el promedio ascendió hasta los 13.752, cifras nunca vistas en la larga trayectoria de la institución.

Antes de que la economía nacional estallara, las cifras de atenciones se movían incluso por debajo de las 9.000. Cuando cambió el ciclo el ascenso fue imparable, con crecimientos de más de 2.000 personas anuales, hasta llegar al máximo de 17.036 en 2012. En el último ejercicio, sin embargo, el número ha bajado hasta poco más de los 15.000, algo que desde la organización explican por la externalización de programas de familias que han pasado a Fundación Lesmes, el descenso en el número de inmigrantes que han empezado a retornar a sus países de origen y el traspaso a Betania de programas de mujer.

La cifra de personas atendidas no quiere decir que todos esos burgaleses pasen de forma individual por las diferentes áreas de trabajo. Son una estimación obtenida a través de los correspondientes ratios que calculan cuántos beneficiarios engloba cada uno de los casos concretos que tratan. Si nos atenemos al número individual la cifra rondaría los 7.000.

En paralelo a los casos atendidos, el número de ayudas entregadas ha seguido una proporción casi calcada. Entre los años 2003 y 2007 la media anual del desembolso rondaba los 506.000 euros. En el último lustro el dato se ha disparado hasta los 766.000, lo que supone un crecimiento del 51 por ciento.

Y en este caso, a diferencia de los beneficiarios, no ha habido respiro en 2013 pues el dato sigue creciendo como lo lleva haciendo de forma ininterrumpida desde 2010. Cuentan en Cáritas que ese fue, de hecho, el año que para ellos marcó el punto de inflexión. Hasta entonces el desarrollo de los acontecimientos parecía responder a una crisis ‘normal’ como las varias que hasta entonces se había conocido. En el último trienio, sin embargo, la realidad ha demostrado que estamos ante algo nunca visto.

Socios al alza

Al menos, y para contribuir a los esfuerzos que realiza la entidad de la Iglesia católica, la aportación de sus socios también se ha incrementado. Siguiendo el mismo análisis pre y post crisis, durante el primer cuatrienio de la última década los colaboradores directos de Cáritas aportaron una media de 171.000 euros anuales, mientras en el último sexenio el montante se ha elevado hasta los 247.000.

Teniendo en cuenta que la última cifra de socios asciende a los 1.227 y que en 2013 se alcanzó el récord de aportaciones con casi 294.000 euros, la media por contribuyente y año roza los 240 euros. Durante casi todo el periodo de recesión el montante global ha ido creciendo gracias a que las aportaciones individuales se iban incrementando, pese a que los socios disminuían en volumen. En el último año y medio, sin embargo, han vuelto a crecer.