Cerca de 500 personas se han concentrado esta mañana en la Plaza Mayor para exigir la dimisión del concejal Eduardo Villanueva, sobre cuya actuación con una tarjeta de telefonía móvil duplicada desde la que se gastaron 207.000 euros se ha abierto una investigación oficial.

La Policía ha impedido el acceso a los manifestantes -muchos de ellos trabajadores del Ayuntamiento- al interior del Salón de Plenos, donde estaban los concejales, incluido el investigado -que ha sido suspendido temporalmente de sus funciones en el área de Nuevas Teconologías. Eso no ha impedido que todos los presentes pudieran escuchar la sonora pitada, acompañada con gritos de 'Dimisión' o 'Eduardito, devuelve el dinerito'.

La protesta se ha producido a las 11.15 horas, cuando la Corporación debatía una moción sobre la A-12. Raúl Salinero, de Izquierda Unida, ha aprovechado su turno de palabra para comunicar que se ausentaba del Pleno para mostrar su disconformidad con el modo de actuar del equipo de Gobierno del Partido Popular, que a su juicio no tiene interés por "esclarecer el asunto", al tiempo que ha expresado su disconformidad con la "solución" del informe encargado a la Secretaría General para esclarecer lo ocurrido con las facturas de una línea telefónica municipal.

Aún no se ha debatido la moción de urgencia que el Partido Socialista va a presentar para solicitar una comisión especial con presencia de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento para examinar toda la documentación sobre el conocido como 'caso factura'.

La primera parte del Pleno ha estado salpicada de numerosas referencias al mismo. Por ejemplo, José María Jiménez (PSOE) ha aludido al éxito en Twitter del hastag #tarifagigantilla (modo de agrupar temáticamente los comentarios sobre un asunto en la red social) y su compañera Carmen Hernando ha denunciado que los 128.000 que se pagaron a la compañía por el gasto con la polémica tarjeta no aparecían registrados en los listados de Intervención. "Esa factura sí estaba en un cajón", ha denunciado. Salvador de Foronda se ha limitado a contestarle que "ojalá tenga las agallas de rectificar" lo dicho cuando se concluya el informe interno.