El grupo socialista en el Ayuntamiento arandino ha exigido la dimisión de la alcaldesa, Raquel González, tras confirmarse el fracaso del pacto tripartito de gobierno suscrito entre PP, Prcal y CCD. Para el portavoz del PSOE, Luis Briones, puesto que la regidora vendió como el principal logró del mandato la consecución de la preconizada estabilidad municipal, tras saltar por los aires, como se escenificará el 31 de diciembre con la marcha de los concejales regionalistas, debería dejar el cargo.
«Si se confirma la ruptura y la alcaldesa pierde la mayoría lo responsable sería presentar su dimisión como alcaldesa porque el proyecto que ella encarnó era mentira y ha fracasado. Ha contado con 11 votos, y en muchas votaciones no, pero la estabilidad en el trabajo no la he visto», justificó.
Briones, que considera que desde que se firmó el pacto de gobernabilidad ha discurrido por una inestabilidad permanente y continuas amenazas de ruptura, advirtió de que desde su grupo se van a hacer todos los esfuerzos posibles para tratar de promover una moción de censura y cambiar el signo político del Ayuntamiento para tratar de que en el año y medio que queda de legislatura intentar sacar adelante los proyectos que se han quedado paralizados. «Lo vamos a seguir intentando», garantizó.
El PSOE califica como «30 meses de desgobierno» la labor de González al frente del Consistorio y evidencia que los problemas no son solo con los socios de gobierno regionalistas sino que también hay disonancias intestinas en el seno del grupo popular. En su opinión la situación ha empeorado desde que en junio hicieron balance de los dos primeros años de mandato y solo se salvan «en cuanto al trabajo realizado, no en cuanto al contenido» las concejalías de Urbanismo, Acción Social y Hacienda.
Para los socialistas se ha producido un incumplimiento flagrante de pacto de gobernabilidad basado en las infraestructuras, ya que únicamente se ha desbloqueado el ramal ferroviario, «a última hora y condicionado». Un logro del que por cierto, Briones acusa a la alcaldesa y al Prcal de colgarse medallas cuando en su opinión hay que atribuirlo a «la unión de la sociedad y al coraje de los empresarios»
A juicio de Briones, Raquel González está más preocupada de salvar su poltrona y de su supervivencia política, que de los intereses generales de la ciudad. Le acusa de estar enfrentada con los trabajadores y con diversos colectivos, entre ellas las peñas, y le recrimina que además ningunea y menosprecia a algunos de sus propios concejales, con desbandadas incluidas.
Asimismo, le echa en cara su incapacidad para reivindicar a las administraciones los proyectos que la ciudad necesita y le cuestiona que su único proyecto sea Las Edades del Hombre, que se han convertido en «un saco roto de dinero tirado en publicidad y propaganda sin saber el destino.