Herrera convoca al núcleo del PP tras insinuar su posible renuncia

Pablo Álvarez
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Resaca electoral El presidente 'popular' destaca que su prioridad es buscar acuerdos de gobernabilidad y considera que el debate sobre su futuro es «accidental»

Hoy puede ser un día tan clave para la política de Castilla y León como lo fue el domingo. El presidente autonómico del PP, Juan Vicente Herrera, ha convocado al núcleo de su formación para analizar los resultados de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Hasta aquí todo normal. Lo que ocurre es que esa cita llega 24 horas después de que el propio líder de los populares reabriera en canal y sin anestesia el debate sobre su sucesión en una entrevista radiofónica al insinuar que podría no presentarse a la investidura como presidente.
La secuencia se produjo de esta manera. Entrevista en el programa Más de uno, de Onda Cero, con Carlos Alsina.  Después de percibir varias dudas en las respuestas que daba el líder autonómico de los populares, el periodista le lanza a bocajarro la pregunta del millón: «¿Usted va a ser el candidato del PP en la sesión de investidura?». En ese momento, un segundo de duda y Herrera responde: «Bueno, eso no se puede descartar como no se puede descartar otra decisión», tras lo cual recuerda que ya tuvo muchas dudas antes de confirmar su candidatura. 
Esta respuesta ambigua desencadenó un sinfín de reacciones, principalmente de incredulidad en las filas del PP de Castilla y León, lo que llevó a Juan Vicente Herrera a convocar para hoy a su núcleo duro, con todos los presidentes provinciales y los cargos internos más relevantes, en la sede de la calle María de Molina, de Valladolid con el argumento de analizar los resultados electorales.
En declaraciones a este diario, el propio Juan Vicente Herrera precisó que el planteamiento «prioritario» en estos momentos es «buscar acuerdos de gobernabilidad» tanto para el Gobierno autonómico como en los ayuntamientos con mayoría popular donde necesitan de otros apoyos para mantener la Alcaldía. En esta línea, el líder del PP también reiteró que todo lo referido a su continuidad «es accidental». Nuevamente, la puerta abierta a si se presenta como candidato en la sesión de investidura o deja paso a otras personas en el timón de la Comunidad.
En la entrevista con Carlos Alsina ya fijó una escala de prioridades que determinarán la decisión definitiva: primero Castilla y León, en segundo lugar, el Partido Popular y en tercer lugar también dijo que pensará en sus propios intereses. En ese momento también recordó su debate interno previo a las elecciones en el que barajó durante meses si se presentaba a la reelección y finalmente, convencido por Mariano Rajoy, «echó la pata pa’lante», en sus propias palabras, y decidió encabezar por cuarta vez la lista autonómica del PP.
 
Plantear el adiós. Pero los resultados del domingo reabrieron las dudas de Juan Vicente Herrera, quien reconoció ayer por la tarde a este periódico que «hay que plantear el momento del adiós», una idea que en ningún momento se le había ido de la cabeza en estos meses de vorágine electoral pero que en ningún momento expresó en público. Ni en los múltiples mítines o actos de campaña, ni en las decenas de entrevistas previas al 24-M concedidas apareció el tema de la sucesión. 
Si bien, en los periódicos del Grupo Promecal ya apuntó que estas elecciones iban a tener «dos jornadas de reflexión, la del día 23  y la del día 25 de mayo». Éste último fue el que volvió a despertar esas ideas de relevo que le rondaron meses antes por la cabeza de Juan Vicente Herrera, dentro de lo que considera «una renovación muy amplia que piden los ciudadanos y exigen unos resultados muy malos».
El candidato del PP a la Junta ha sido uno de los barones regionales más duros a la hora de analizar el resultado del Partido Popular en las pasadas elecciones autonómicas y municipales. De hecho, ya empleó el calificativo de «muy duros» el pasado 24M en un primer análisis del recuento de votos, aunque fue la Comunidad en la que mejor quedó de todas las que celebraban elecciones, a un solo escaño de la mayoría absoluta. 
El hecho de haber perdido la mayoría absoluta con la que el PP gobierna Castilla y León desde el año 1991 pesa mucho en el análisis de Juan Vicente Herrera, según reconocen personas de su entorno. «Cuando en el país de los ciegos el tuerto es el rey... mal asunto», remarca. También piensa en los efectos de la caída como fichas de dominó de todas las capitales en las que gobernaba y que obligará en unos casos a pactar acuerdos con otros partidos (Ávila, Burgos, León, Palencia y Salamanca) y en otros ya se ha tirado la toalla, como en Valladolid, donde podría gobernar un tripartito de izquierda y Zamora, que Izquierda Unida sólo necesita al PSOE para hacerse con la Alcaldía. 
Durante la conversación con Carlos Alsina, el presidente del PP de Castilla y León aseguró que no pudo y no quiso participar ayer en el Comité Ejecutivo del PP porque necesita «una segunda jornada de reflexión» sobre los resultados electorales y no hacer análisis «apresurados». «Yo tengo una capacidad de reacción más lenta y me gusta ver el paisaje después de la batalla», indicó para a continuación explicar que su análisis del resultado, pese a haber ganado las elecciones, tiene «muchos matices». 
En este sentido, pese a mostrar su agradecimiento a los más de «500.000 paisanos» que le dieron su apoyo al PP en las elecciones autonómicas del pasado domingo, Herrera apostó por una «reflexión» para conocer lo ocurrido desde las elecciones europeas porque 200.000 personas «se quedaron en casa» o eligieron otras opciones políticas.
 
Valdeón. Con la duda sobre la investidura. La siguiente pregunta que pasa por la cabeza es, ¿si no es Herrera el que opta a la investidura, entonces quién? En el transcurso de la entrevista de Carlos Alsina, el presidente del PP reflexionó sobre la necesidad de relevo generacional en su partido, momento que aprovechó el entrevistador para preguntar directamente por Rosa Valdeón y encontró los elogios de Herrera: «Es una mujer con alma, con brillo, con luz, es una política social, que a mí me encanta, es una persona que cree en la libertad individual, en la capacidad de iniciativa individual y social (…) es una política que a mí particularmente me gusta y por eso la he tenido siempre en mi entorno».
Respecto a las relaciones dentro del PP, el presidente de la Junta reconoció que la línea de comunicación entre la dirección nacional y la organización autonómica es «manifiestamente mejorable, si bien reconoció que «casi nunca» utilizan su capacidad de influir en el discurso de la organización porque, al final, «el PP somos todos» y reprochó a los líderes regionales que se escudan en que «todos los males vienen de Madrid».