La Carta Europea del Investigador y el Código de Conducta incluyen buenas prácticas recogidas en 40 principios definidos desde 2005 enmarcados en las iniciativas de la Comisión Europea para la creación de un espacio europeo de investigación. En ellos se especifican el papel, las responsabilidades y los derechos de los científicos y de las entidades que los emplean y/o financian su contratación.

El 14 de febrero de 2018, la Universidad de Burgos adquirió el compromiso con Bruselas de adoptar estos 40 principios, incorporándolos progresivamente a sus estructuras y actuaciones. Para ello, siguió el proceso denominado Human Resources Strategy for Researchers –HRS4R-, que contempla la realización de un diagnóstico de situación sobre el grado de cumplimiento del Código de Conducta y la definición de un Plan de Acción para corregir las desviaciones detectadas e implementar actuaciones de gestión de recursos humanos de investigación, acordes a sus estándares de calidad. 

En la UBU este proceso ha sido completado en los últimos meses. Un grupo de trabajo, presidido por el vicerrector de Investigación y Transferencia del Conocimiento, José Miguel García, e integrado por responsables de los diferentes servicios implicados en la gestión de los recursos humanos, la investigación y la transferencia de conocimiento, además de una importante representación de la comunidad investigadora, ha elaborado dicho Plan de Acción para los años 2019-2020, aprobado formalmente el pasado 23 de noviembre por la Comisión Europea.

Por tal motivo, la Universidad de Burgos ha conseguido el sello HRS4R, que la acredita ante el espacio europeo como una institución que garantiza la excelencia en su estrategia con respecto a la contratación de investigadores, haciendo más atractiva la captación de talento por parte de la entidad.