Ella necesita 11 horas para ganar lo que él en ocho

SPC
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La brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta durante la crisis en Castilla y León del 26 por ciento de diferencia en 2008 hasta el 34 por ciento donde se sitúa en la actualidad

Rosa Eva Martínez Gómez y Ana Herranz, responsables regional y federal de Mujer de CCOO, respectivamente. - Foto: Ical

Las trabajadoras de Castilla y León tendrían que ganar un 34 por ciento más que sus compañeros varones o trabajar 124 días más para llegar a cobrar lo mismo que los hombres. Lo que es igual, que ellas necesitarían años de 16 meses para tener los ingresos de ellos entre enero a diciembre. Si el cómputo se hace por horas, frente a la jornada de ocho horas masculinas, las mujeres necesitarían trabajar 11 horas diarias.  Unos parámetros que, según Comisiones Obreras suponen un promedio en la diferencia salarial de 5.922 euros anuales, puesto que mientras la media salarial de los trabajadores de la región es de 23.474 euros anuales, la de las féminas cae hasta los 17.552 euros.
 
Según la secretaria de la Mujer de CCOO de Castilla y León, Rosa Eva Martínez Gómez, esta brecha salarial ha ido aumentando desde 2008, año en el que se situaba en el 26 por ciento. «Pese a que la incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido mayor, lo hacemos en trabajos a tiempo parcial, y este fenómeno no es voluntario, sino debido a que es la oferta de trabajo que está habiendo en el mercado laboral», afirmó.
 
Por su parte, la secretaria confederal de Mujer e Igualdad de CCOO, Ana Herranz Sainz-Ezquerra, explicó que esta «injusta» brecha salarial «viene provocada por las condiciones laborales de la mujer como mayor temporalidad, mayor trabajo parcial, entradas y salidas del mercado de trabajo como las excedencias o las reducciones de jornada para atender a niños, mayores y dependientes». La crisis económica ha venido a agravar esta situación, ya que «debido a los recortes, no hay soporte por parte del Estado que garantice la asistencia a las personas dependientes y a las criaturas, con lo que los cuidados vuelven a recaer en la familia y dentro de esta en la mujer».
 
Los sectores con mayor número de mujeres empleadas son los que sufren una mayor diferencia salarial como el sanitario y de servicios sociales (con el 43 por ciento), o el de comercio al por mayor y al por menor (38 por ciento), informa Ical.
 
Herranz destacó que estas diferencias en el sueldo no tienen su origen en una doble escala salarial, sino en mecanismos más sutiles: «Los complementos o pluses están fuera de la negociación colectiva, el trabajador los pacta individualmente con la empresa y son difícilmente controlables y regulables, puesto que se basan en la discrecionalidad de las empresas para darlos o quitarlos».
 
La brecha salarial, que acompaña a las mujeres durante toda su vida laboral, tiene unas consecuencias «nefastas», según apuntó Herranz, como la feminización de la pobreza en la jubilación, con unas diferencias respecto a las pensiones del 39 por ciento.
 
En cuanto al desempleo, la brecha salarial tiene un «impacto durísimo». De los casi seis millones de parados que hay en España, 3,1 son mujeres. Según los datos analizados por CCOO, el 56 por ciento de las mujeres que están en paro no cobra ningún tipo de prestación (al no haber cotizado no han generado ese derecho), mientras que del restante 46 por ciento que sí cobra la prestación por desempleo, el 55 por ciento accede solo a la prestación de carácter asistencial.
 
«Con lo que tenemos que ese 55 por ciento cobra, a modo general, 426 euros al mes, que si se multiplican por doce meses, estamos por debajo del umbral de la pobreza, que se sitúa en 8.000 euros. Es decir, tenemos que el 46 por ciento de las mujeres desempleadas está en la pobreza. Y las que tienen el privilegio que cobran el desempleo, es un 21 por ciento nada más, y cobran una media de 725 euros, comparados con los 800 euros que cobran los hombres. Cobran menos paro porque su salario es menor, por lo tanto, cotizan menos, y cuando van al paro cobran menos. Si multiplicamos esos 725 euros por los 12 meses de paro del primer año, se encuentran también por debajo del umbral de la pobreza. Con lo cual la pobreza en este país está asociada a las mujeres, y esto está totalmente invisibilizado.», explicó Herranz.