«Quiero liderar el gobierno del cambio»

R.P.B. / Burgos
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Pedro Sánchez • Secretario general del PSOE

El líder socialista, durante la entrevista que concedió a DB tras el acto que protagonizó en Burgos. - Foto: Patricia

Madrileño del 72, se muestra obstinado en volver a convertir su partido en una alternativa ganadora. Está asentando las bases de su programa sobre cuatro pilares: una transición económica impulsada por una reforma fiscal de izquierdas, la elaboración de un nuevo estatuto del trabajador, la transparencia como alternativa a la corrupción y una reforma constitucional para blindar derechos sociales que, dice, el Partido Popular ha hurtado con su política de recortes en materia de sanidad o educación, entre otras.

Cuando concluyó la asamblea abierta en El Hangar el pasado sábado, Pedro Sánchez se vio literalmente rodeado. Casi todos los presentes quisieron acercarse a saludarlo, y los más se hicieron fotos con él. El líder socialista accedió a todas las peticiones con sonrisa de seductor de cine, mostrándose siempre cercano y afable. Le entretuvieron tanto, que la entrevista que le concedió a este periódico duró exactamente once minutos y medio.

Ha celebrado en Burgos una primera asamblea abierta. Ha decidido usted bajar al barro, salir a la calle. ¿Ha sido el gran error de la política de los últimos años esa distancia sideral entre la clase política y los ciudadanos?

Sí. Yo quiero cerrar esa brecha de desconfianza que existe entre la ciudadanía y la política, las instituciones. Y para eso lo que hay que hacer es rendir cuentas ante los ciudadanos.Estas asambleas abiertas son un ejercicio de eso. Aquí hay militantes, simpatizantes, pero también muchos ciudadanos que no lo son. Yo lo que quiero es cambiar la política. Lo que me une a los ciudadanos son esas ganas de cambiar la política.

¿Cuáles son sus principales preocupaciones?

Mis preocupaciones son las propuestas que llevamos. Hemos presentado en Burgos un ‘Nuevo Contrato Ciudadano’, que es lo que vamos a elaborar de aquí a noviembre de 2015. Es un programa exigente, porque vamos a hacer una memoria económica, es decir, vamos a explicar cuánto va a costar cada línea de nuestro programa y de dónde van a salir esos recursos económicos. En ese programa del Gobierno del cambio son varios ejes los que tenemos: una alternativa económica distinta, que tendrá como pilares la reforma fiscal, una reforma de izquierdas; un nuevo estatuto del trabajador que recupere muchos de los derechos perdidos por la última reforma laboral; y la reindustralización de España, que supone apoyar, por ejemplo, la industria de Campofrío aquí en Burgos. El segundo eje es el compromiso social, y para eso hay que blindar en la Constitución derechos que hoy están siendo amenazados por la gestión del PP, para que estos no se conviertan en mercancías. Y tres, todo lo que tiene que ver con la democracia radical: creo que el principal veneno de la democracia es la corrupción. A mí me repugna la corrupción, sobre todo cuando afecta a mi partido. Y voy a ser implacable contra la corrupción, por eso vamos a proponer medidas legales para prevenirla, actuar de manera contundente.

¿Cuáles serán esas medidas?

Una, que el que hace la paga y, además, que el corrupto político devuelva el dinero robado a los españoles.

Usted habla de una transición económica. ¿No cree que será especialmente costosa cuando se ha dilapidado en estos años de crisis a las generaciones más preparadas de la historia, que ha tenido que irse fuera?

No. Porque conforme nosotros vayamos aumentando las ofertas laborales y las oportunidades en España esos jóvenes volverán.En cuanto a la reindustralización de España, aspiro a transformar las pequeñas y medianas empresas para que exporten, algo que ahora tienen difícil. Tenemos buenas pero pocas grandes empresas y muchas pequeñas, y lo que quiero es que éstas se transformen en medianas. Y quiero también vincular la reindustrialización a la Formación Profesional. El año pasado en España hubo más de 10.000 alumnos que quisieron cursar la FP y no encontraron plaza. Hay muchísima industria que está pidiendo mano que no encuentra, y eso que hay un 25 por ciento de desempleo. Eso significa que existe un desacople entre la FP y la oferta laboral. También la corrupción frena el crecimiento económico y hace que las personas tengan que pagar más impuestos. Por eso, para mí, luchar contra la corrupción no sólo es una cuestión de justicia y de fin de la impunidad, sino también porque pone freno a ese desarrollo económico.

Está haciendo oposición de calle, como anunció cuando fue elegido. Pero hay un partido que les lleva cierta ventaja. ¿Son conscientes de ello? ¿Con cuánta preocupación observa ese fenómeno -que ya es una realidad- que representa Podemos?

Yo respeto a los votantes de Podemos. Y a sus representantes les pido que concreten sus propuestas, que las definan. Yo soy un dirigente de un partido de izquierdas. Y me gustaría saber la definición ideológica de Podemos. Se presentaron a la europeas con un programa electoral y ahora ese programa electoral no vale. Si esto es así, ¿por qué se presentaron con ese programa? Tienen que definir sus propuestas y, a partir de ahí, podremos saber si hay debate o no.

De momento, las encuestas no le dejan en el mejor lugar. Le va a costar hacer del PSOE nuevamente un partido ganador...

Tenemos que ser creíbles en la lucha contra la corrupción e implacables cuando afecte a nuestro partido.Sólo así recuperaremos la credibilidad de la ciudadanía. Y en eso estamos. Somos el partido más transparente del España, afortunadamente, gracias a las decisiones que he tomado como secretario general. Y tenemos que recuperar la credibilidad en un apartado  esencial, que es el de la alternativa económica: el PSOE tiene que articular una propuesta que cree empleo -buen empleo- y que ponga fin a la pobreza laboral.Cuando hablamos de reindustralización hablamos de eso, de un nuevo estatuto de los trabajadores y de una política fiscal que haga justicia social, financiar con impuestos de manera más justa el estado del bienestar. Y, desde luego, crear empleos en sectores que no sean precarios.

Ha hablado de la clase media, una de las grandes víctimas de la crisis. ¿Es posible rescatarla?

El PSOE fue, en los años 80, el constructor de la clase media. Soy hijo y padre de clase media. Y por tanto defiendo y defenderé la clase media.Cuando digo que el PP gobierna para un 10 por ciento de la población, con una reforma fiscal que beneficia a las clases más altas de la sociedad española y a las grandes corporaciones, lo que estoy diciendo es que está abandonando al 90 por ciento de los ciudadanos. Y nosotros queremos defenderlos. Cuando hablamos de reforma fiscal, nos referimos a beneficiar a la clase media. Creo que Mariano Rajoy se ha convertido en el enemigo público de la clase media.

En su ‘contrato’ habla de reformar la Constitución como fórmula para arreglar algunos de los graves problemas que acechan al país, como las ambiciones soberanistas de algunos territorios. ¿Qué tocaría del texto constitucional?

Lo que no tocaría son dos cosas fundamentales: la soberanía nacional, que reside en el pueblo español y la igualdad entre españoles.Pero es evidente que el Estado de las Autonomías ha acumulado deficiencias en sus 36 años de historia. Es un problema palmario ahora mismo. Los ciudadanos sufren duplicidades en las administraciones, y esto es consecuencia de que ahora no están reconocidas cuáles son las competencias del Estado y de las Comunidades Autónomas. Simplemente haciendo eso avanzaríamos mucho en la eficiencia y en el bienestar de los ciudadanos.

¿Pero eso resolvería el problema de Cataluña, por ejemplo?

Es que yo no planteo la reforma constitucional para satisfacer a quien no puede ser satisfecho, que son los independentistas. Lo que haría sería responder a unas ansias de regeneración democrática que compartimos la inmensa mayoría de catalanes y españoles. Planteo la reforma por eso y por unos derechos que ahora mismo están siendo amenazados por la derecha catalana y por la derecha española. Porque en Cataluña, como en el resto de España, se está recortando en la sanidad pública imponiendo copagos, se suprime el impuesto de sucesiones... Y todo eso tiene mucho que ver con una forma de entender la sociedad que no apuesta por la igualdad. El PSOE se define por la igualdad y no por la identidad.

Estamos a las puertas de mayo. ¿Cree que las elecciones municipales y autonómicas serán un termómetro de las generales?

Depende mucho de las realidades de cada ciudad y autonomía. Nosotros salimos a ganar las elecciones. Y lo hacemos con un discurso positivo. Creo que ahora mismo, el principal problema que le ve la ciudadanía a la política es que la considera un problema. Y por lo tanto tenemos que ofrecer soluciones.

¿Sin renunciar a pactos?

La cultura democrática de nuestro país no es tanto la de la mayoría absoluta, aunque en Castilla y León o Madrid lo parezca.Pero la fotografía de los gobiernos que hay en muchos sitios de España son de minorías con apoyos puntuales. No va a haber ninguna anomalía. La anomalía son las mayoría absolutísimas que tiene el Partido Popular en sus instituciones. Yo quiero liderar el gobierno del cambio en España. Pero un gobierno con seguridad, porque los cambios pueden ser a peor. Las cosas ya están lo suficientemente rotas como para romperlas aún más.

Hay nuevo secretario regional del PSOE en Castilla y León. Esta comunidad lleva tres décadas siendo feudo del PP. ¿Qué posibilidades reales tiene Luis Tudanca para conseguir invertir la situación de gobierno? ¿En qué cree que debería incidir para reconquistar el poder en la región?

A Luis se le tiene -y lo he visto en la reunión que tuvimos con la dirección de Campofrío, como una persona cercana, volcado en los intereses de su tierra. Tiene toda mi confianza porque representa el perfil de político con el que me siento cercano e identificado.Es un político de calle, que defiende los intereses de la gente incluso cuando estos no coinciden con los intereses del partido.