La romería que une fervor y juego

M.J.F. / Briviesca
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Hoy, cientos de fieles renovarán sus votos a Santa Casilda (Patrona de Briviesca) y almorzarán paella en Las campas del santuario

 
Hoy martes se celebra en el Santuario de Santa Casilda una nueva edición de la tradicional Rogativa de La Tabera, una Fiesta de Interés Turístico Regional con mucho gancho para el visitante y con gran significado para las gentes de la comarca burebana. La agenda de actos, que está diseñada por el Ayuntamiento briviescano, dará comienzo a las 13 horas con misa y procesión. Seguidamente, las autoridades irán tomando posiciones en torno a la mesa colocada en el exterior de la iglesia del santuario para proceder a la inauguración del juego. 
A partir de las 15 horas, dará comienzo el almuerzo popular a base de paella. Una vez cerrados los actos en el santuario, la fiesta se trasladará, ya por la tarde, a Briviesca donde se podrá jugar a la taba en más de una veintena de bares de la ciudad.  Si hay una tradición que parece inherente a la capital burebana, esa es la Rogativa de La Tabera, una cita que sorprende al visitante que la vive por primera vez y ‘engancha’ a quien ya la conoce de antes.  El evento se mantiene vivo de generación en generación sin que haya quedado relegado en el olvido; más bien al contrario. esta celebración es de origen incierto pero muy antiguo. A principios de siglo se celebraba esta fiesta el llamado ‘Martes de Letanías’, dos días antes de la festividad de la Ascensión cuando el clero acudía en procesión al Santuario de Santa Casilda invocando a los santos. Presidía la comitiva el párroco y el clero con una cruz alzada seguidos por una representación del Ayuntamiento así como por peregrinos que a pesar de los duro del camino, acompañaban a la comitiva hasta la ermita. 
Allí, el capellán del Santuario recibía al séquito y se celebraba una misa que concluía con la procesión de la Santa. A su término y de la misma manera que se sigue haciendo en la actualidad se jugaba a la taba apostando duros y pesetas de plata. En La Tabera confluyen dos tradiciones: la celebración litúrgica de las rogativas de primavera, hecha justamente los tres días anteriores a la Ascensión para pedir por los frutos de la tierra, y el voto realizado por el Ayuntamiento de Briviesca de honrar a Santa Casilda. 
En el rito litúrgico figuraba una procesión penitencial durante la cual se cantaban letanías y una misa votiva. A esta procesión acudían todas las autoridades con lo cual dejaban el bastón de mando a la persona más anciana que permanecía en Briviesca y la población aprovechaba según relata la tradición oral para practicar juegos prohibidos, entre ellos, la taba. Los tiempos han cambiado pero la taba ha sobrevivido a todos los avatares, lo que indica que su esencia no pasa de moda. 
En la actualidad, el juego ha tomado un gran protagonismo y el gusanillo de la suerte sobrevuela por las mesas que se instalan en distintos establecimientos de la capital burebana. Los billetes cambian de mano al grito de «carne» o «culo». Se trata de un espectáculo poco corriente que cautiva al visitante que se mezcla curioso con las gentes de Briviesca y que aunque siempre se celebra en martes, la animación y la gran afluencia de público son las notas destacadas.
Concluida la sobremesa en este paraje, la fiesta se trasladará a Briviesca. Sus calles se inundarán de gente cuyo trasiego acabará en alguna de las mesas donde se jugará a la taba en busca de un poco de fortuna. Y así, hasta altas horas de la madrugada. Este año, también se espera un ambiente de juego moderado por la situación económica reinante pero siempre habrá oportunidad para hacer apuestas de pequeño valor económico y disfrutar de la ‘fiebre’ del juego tal y como lo hacían los antepasados de los briviescanos. Hasta los niños, tendrán su propia mesa para que comiencen a practicar esta tradición tan arraigada. 
El calendario festivo burebano tiene su punto álgido hoy con motivo de una nueva edición de la Rogativa de La Tabera. El concejal de Festejos de Briviesca, Fernando Ruiz, destaca su declaración con Fiesta de Interés Turístico Regional. El capellán del Santuario de Santa Casilda, Alejandro Millán, apunta que en La Tabera «se respira un ambiente muy festivo y fraternal».