Una curia menuda y solidaria

Angélica González / Burgos
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El pueri cantor Arturo Castillo, que estudia en el Fernando de Rojas, es el nuevo obispillo. Este año, la escolanía, en colaboración con Cáritas, ha iniciado una recogida de comida, ropa y juguetes para recién nacidos

El nuevo Obispillo, Arturo Castillo, en el centro de la imagen, mira a sus compañeros y sonríe tras su elección. - Foto: Patricia

 
Serio como un obispo de verdad, Arturo Castillo ni se inmutó cuando escuchó su nombre en la sala Polisón del Teatro Principal. El voto de la mayoría de sus 16 compañeros de la escolanía Pueri Cantores de la Catedral le acababa de convertir en el Obispillo, una de las figuras más icónicas de la Navidad burgalesa, que se remonta al siglo XV, cuando el Cabildo permitió que un niño adoptase los ropajes de tan alta autoridad eclesial el día de los Santos Inocentes. Este año le ha tocado a un jovencito moreno, muy guapo, trabajador y responsable que cursa 4º de Primaria en el colegio Fernando de Rojas y que aún no tiene muy claro a qué le obligará el nombramiento.
El Obispillo contará con un séquito de vicarios y secretarios llamados Mario Moral, Alvar Serrano, Jesús Mª Sainz y David San Martín. Todos forman parte del coro de voces blancas -y masculinas, la escolanía aún no acepta niñas pese a los aires del Papa Francisco- que dirige Chema Manjón y al que pone música Ignacio Germán González, que, junto al cura Javier Rodríguez, fue el padrino del acto en el que se revistió a Arturo de un título con el que el 28 de diciembre les podrá cantar las cuarenta a los adultos.
César Carballera, de la Asociación Cultural Kaliope Pueri Cantores, que agrupa a las madres y los padres de los escolanos, leyó un discurso muy sentido sobre el tiempo de Adviento y la generosidad que hay que demostrar -más aún- en esta época del año. De ahí que hiciera pública una magnífica iniciativa, un «proyecto de amor», como lo calificó. Seguramente que con el Niño Jesús en el corazón, han organizado una recogida de productos para recién nacidos (ropa, juguetes y pañales) en colaboración con Cáritas. Quien quiera echar una mano y sumarse a esta bonita iniciativa puede hacerlo en distintos puntos de la ciudad: el colegio Blanca de Castilla, las tiendas Cadena Q y State Quieto y  la autoescuela Ruta 66.
«No podemos consentir toda la precariedad y el dolor que estamos viendo a nuestro alrededor.  Hay que recordar las palabras de  Jesús cuando decía que lo que se le hacía a cualquier niño pequeño se lo hacían a él», indicó Carballera para apuntalar esta idea tan generosa. También se refirió a la «fiebre de superficialidad y de inconsciencia» que hay en la sociedad y a la necesidad de «reflexionar y no perder el norte». En este punto recordó que «el Niño Jesús viene para amar y para que nos amemos».
Sobre la figura del Obispillo dijo que «la calidad de su cargo es grande» y que representa el valor de la unidad y del reconocimiento de las cualidades de todos los que conforman la escolanía. El Día de los Inocentes se colocará la mitra en la iglesia de las Salesas, llegará al Ayuntamiento en un caballo blanco y pedirá cosas de mucho sentido común desde el balcón consistorial, un acto cargado de simbolismo que han realizado todos sus predecesores desde que en el año 1996 Luis Corbí recuperó una tradición que se había perdido en los años 60.  
El acto del nombramiento de Obispillo, que se celebró después de una misa en la capilla de Santa Tecla de la Catedral, estuvo hermosamente amenizado por las tiernas voces cantoras de los protagonistas de la jornada. Se arrancaron con Canticorum Jubilo, de Haendel, para continuar con Gloria a Dios en las Alturas, de J.D. de Santa Teresa; y Noche anunciada y Nos ha nacido un Niño, de Ángel Bravo y C.G. de las Heras. En la eucaristía sonaron las notas de A ti, Señor, levanto mi alma; Aleluya, el Credo de la Misa de Angelis; Bendito seas, Señor, de Juan Alfonso; Gustad y ved, de Ángel Bravo, y La Virgen suena caminos, de C. Erdozain.