Albillos asume la restauración de su iglesia con un coste de 530.000 euros

A. Pérez / Albillos
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Los muros del templo estaban cediendo hacia el exterior y provocaban daños en las cúpulas. Se actúa en dos bóvedas y ya se han rehabilitado tres. La consolidación total del edificio se realizará por fases debido a su alto coste

La iglesia de Santa María la Mayor, de Albillos, reclamaba una intervención en su estructura para preservar el edificio y garantizar la seguridad de feligreses y visitantes. Los muros del templo estaban inclinados hacia afuera, por lo que la parte central de las cúpulas había perdido su forma circular y había empezado a descender, algo que se apreciaba a simple vista y se puede observar aún en esas cúpulas sobre las que no se ha intervenido, que son cuatro frente a las tres ya restauradas.

El proyecto de rehabilitación de la iglesia ha sido redactado por el técnico del Ayuntamiento Antonio Calvo y el presupuesto de la actuación completa se eleva hasta los 530.000 euros, por lo que el Ayuntamiento optó por asumir la obra en fases. «Llevamos cuatro años consecutivos realizando actuaciones en la iglesia porque es la única forma de poder asumir el proyecto. El edificio no es municipal pero no vamos a dejar caer el monumento más vistoso del pueblo», explica Jesús Ángel Santamaría, alcalde de Albillos. «En el 2015 contamos con 9.000 euros procedentes del ‘convenio de las goteras’, más 9.000 euros que ha puesto el Ayuntamiento pero queremos que el Arzobispado se implique y colabore. Esperamos que invierta parte del dinero que ha obtenido con la venta de una casa que tenía en el pueblo», expresa el regidor.

Actualmente, se está trabajando en la cúpula que se sitúa encima del retablo, por lo tanto no se da misa en el templo. Los nervios de la cúpula se estaban rebajando, por lo que se están apuntalando y subiendo. Además se ha retirado el peso que había sobre la bóveda. Igualmente se está retirando el yeso que cubría la piedra.

En las anteriores actuaciones se intervino principalmente sobre los muros para consolidarlos y evitar que siguiesen abriéndose. En las paredes se inyectó una ‘resina’, a través de las grietas, que al expandirse aporta firmeza y solidez a la estructura. Después se restauraron tres bóvedas.

La actuación actual finalizará en poco más de un mes pero para dar por culminada por completo la restauración aún faltan años y sucesivas intervenciones, que, como expresa el alcalde, quedan subordinadas a futuras subvenciones. Aún quedarán por arreglar cuatro cúpulas y consolidar otro muro, cambiar las cubiertas y sanear el suelo que rodea el templo para que las humedades no propicien que el peso hunda la iglesia.

Una mesa de 300 años

 

Al actuar en la zona del retablo se ha descubierto una mesa de dos metros y más de 300 años de antigüedad de la que se desconocía su existencia y que permanecía oculta tras bloques de piedras. Esta mesa sujeta el retablo, por lo que la intención es levantarlo y anclarlo para poder liberar la mesa y emplearla como altar.