El PP renuncia al crédito con el que se iba a pagar el 62% de las inversiones

Á. M. / Burgos
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La prórroga del decreto que impide ampliar el endeudamiento municipal ahorca la previsión de ingresos para 2012 y echa por tierra el presupuesto, que deberá ser diseñado de nuevo

El alcalde habla con los concejales de Hacienda y Fomento antes de un Pleno en los escaños del PP. - Foto: DB/Ángel Ayala

Si alguien piensa que el ejecutivo de Rajoy va de farol con eso de ponerle coto al gasto público en las administraciones, que tome nota de lo que ayer advirtió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Así, en cristiano, la cosa va de acusar penalmente a los gestores públicos que no se atengan al presupuesto; que gasten más de lo que ingresan; que no respeten las cuentas que ellos mismos se hacen.

Es la ampliación del paquete de medidas aprobadas vía decreto el 30 de diciembre. Medidas entre las que se encontraba la renovación de un límite que en su momento ya instauró Zapatero y que fue pasto de durísimas críticas tanto desde el PP como desde el PSOE. Ese límite dice que los ayuntamientos que deban el 75% o más de los ingresos que obtuvieron en 2011 no podrán firmar operaciones de crédito. Y el de Burgos está en ese supuesto. Es más, lo rebasa por ocho puntos.

Eso ocurría el mismo día en el que el PP de Burgos aprobaba inicialmente los presupuestos de la ciudad con toda la oposición en contra por, fundamentalmente, la previsión de contratar un crédito de 17 millones de euros, partida que se computa como ingreso y se vincula casi exclusivamente a las inversiones. Pero la realidad es tozuda y, tras dos semanas titubeando para analizar si el decreto del Gobierno tenía alguna fisura por la que colar la operación, al equipo de Gobierno no le ha quedado otra que renunciar al préstamo, lo que es tanto como decir que el presupuesto aprobado inicialmente no servirá para nada y debe de ser rediseñado.

Así lo admite el titular de Hacienda, Salvador de Foronda, que contextualiza lo sucedido en el marco de la política nacional, y no solo por el decreto. «Cuando hicimos el presupuesto la previsión de déficit de España era del 6%, pero el PSOE mintió y resultó ser del 8%. Esa diferencia es lo que ha obligado al Gobierno a tomar unas medidas que no nos permitirán firmar el préstamo», asume. ¿Eso significa que ya se ha decidido no seguir adelante con el crédito? «Sí, eso significa que no lo vamos a pedir».

Pero, si no se firma el préstamo, ¿cómo se van a pagar las inversiones municipales? La cuestión no es nimia porque de los 27 millones de euros que el Ayuntamiento tenía presupuestado invertir, menos de un millón de euros provienen de fondos propios municipales. El resto hay que conseguirlo. ¿Cómo? Por tres vías.

Muchas dificultades

La primera y más importante es, era, el crédito. La segunda es la venta de patrimonio municipal, un concepto por el que el PP ha previsto ingresar siete millones de euros, cifra que la oposición considera quimérica. Y la tercera vía es la previsión de que las transferencias de capital de otras administraciones (Estado y Junta) se verán mejoradas con respecto a años anteriores. También parece difícil, pero en cualquier caso la aportación a las inversiones por esta vía es menor comparado con las otras dos.

Y eso a pesar de que algo sí se ha puesto de cara para los ejecutivos locales. El plazo para devolver el dinero que deben al Estado (que les pagó más de lo que al final les correspondió en 2010) se ha ampliado a 10 años (era de cinco), y la medida (también impuesta) de no hacer aportaciones este año a los planes de pensiones de los funcionarios permitirá ahorrar «medio millón de euros». También hay que analizar lo de las 37,5 horas... Pero ni con esas. «Sin lugar a dudas va a haber inversiones afectadas, pero estamos estudiando cuáles serán porque esperamos nuevas medidas del Gobierno en febrero», reconoce De Foronda.