La Diputación destinará, a lo largo de este año, 225.000 euros a obras de mantenimiento en tejados y fachadas del antiguo monasterio de San Salvador de Oña, edificio de su propiedad que está sin actividad desde junio de 2011 tras perder su uso como residencia de mayores. Así lo confirmaron ayer los vicepresidentes de la institución provincial, José Ignacio Marín y José María Martínez, durante una visita al edificio en el que estuvieron acompañados por varios técnicos del Servicio de Arquitectura. Gran parte del recorrido se centró en las dependencias de la antigua sala de los monjes, un espacio de 500 metros cuadrados que está siendo rehabilitado a través de un programa dual de formación y empleo en la categoría de albañilería en el que participan doce trabajadores.
La actividad arrancó el pasado 1 de abril y se prolongará hasta el 30 de septiembre. Las tareas que se están acometiendo son revestimientos y solados, obras de demolición y picado de paramentos. La Diputación Provincial es la promotora de este taller dual y cuenta con una subvención de 75.344 euros procedentes de la Junta de Castilla y León. Marín apostó por implantar un segundo programa dual para avanzar en las obras de la sala de los monjes y anunciaron que la Diputación Provincial entrará a formar parte de la Fundación Milenario de San Salvador. Esta entidad radicada en Oña tiene como finalidad la conservación del patrimonio local. Hace escasos meses, ambas entidades firmaron un acuerdo por el que la Diputación cede, por 30 años a la Fundación, varios espacios para fines exclusivamente culturales asociados al propio cenobio.
Puesta en valor
En ese documento se recoge la reforma de la antigua sala de monjes para su transformación en un recinto expositivo que albergará los textiles de la iglesia. Esta obra es de gran interés para la recuperación y puesta en valor del monasterio porque afecta a uno de los pocos restos románicos que quedan de él y que actualmente está totalmente desfigurado y enmascarado por las obras que lo habilitaron en su día como cocinas. Más adelante, se pretende actuará en el refectorio, donde se prevé crear un centro de interpretación del propio monasterio.
El convenio suscrito contempla la cesión de los espacios imprescindibles para la racional utilización de las dependencias monacales que tienen acceso desde el Claustro de los Condes, y para ello se ha cedido en su integridad el volumen que alojó en su día los Capítulos de verano e invierno, así como las edificaciones con frente a la escalinata de la iglesia. En síntesis, se trata de aquellas dependencias monacales que configuraron en la época medieval el primer monasterio románico en torno al claustro adosado al sur de la iglesia y que tienen su apoyatura y acceso desde el mismo.
La cesión como fórmula más viable
En relación con la posibilidad de dotar al conjunto de San Salvador de algún uso vinculado a la hostelería, el vicepresidente Marín se mostró ayer muy realista. «Qué más quisiéramos que este edificio se convirtiera en un parador nacional», apuntó. De momento, la fórmula más viable para mantener en pie el conjunto es la cesión de espacios para usos culturales o medioambientales. Muy recientemente, la Diputación ha formalizado el arrendamiento de la piscifactoría y sus anejos.
En esta espacio, adjudicado a la empresa Genética y Ovas por 10 años prorrogables, se creará un lago y un río artificiales que entrarán en funcionamiento después del verano. En el mismo recinto se creará también un centro de recepción de pescadores que además podrá ser usado por los turistas que se acerquen a visitar en grupos guiados la piscifactoría. Una vez realizado todo el proyecto, se procederá a la repoblación del lago con truchas arcoiris procedentes de la piscifactoría.
El conjunto de San Salvador dispone de un total de 35 hectáreas: 28.000 metros cuadrados construidos y el resto, fincas. Se está pensando en ceder suelo rústico a la Casa del Parque Montes Obarenes.