Cuando en la fábrica eran mayoría

J.D.M.
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Tres mujeres que empezaron a trabajar en Plastimetal con 14 y 15 años cuentan su experiencia laboral y su incipiente lucha por la igualdad

María del Mar Marrón, Mar Varas Calleja y Ana Rosa Sancho se conocen desde hace más de cuatro décadas. Estas tres mujeres eran unas adolescentes de 14 y 15 años cuando empezaron a trabajar en Plastimetal, una empresa dedicada a la fabricación de equipos eléctricos que durante medio siglo empleó en Burgos a centenares de trabajadoras. El fallecimiento en 1991 del fundador, Julio Cano, propició el declive de una fábrica histórica de la industria burgalesa que acabó cerrando tras declararse en bancarrota. Algo antes, a comienzos de los 80, Marrón, Varas y Sancho se despidieron. Fueron de las primeras voluntarias en aceptar la propuesta económica de resolución de contratos. Hoy mantienen el contacto y para DB recuerdan aquella experiencia, «los mejores años» de su trayectoria laboral, aseguran.

Sentadas juntas en torno a una mesa, los recuerdos y las anécdotas afloran. Una de ellas, además, trae ‘chuletas’. María del Mar Marrón muestra sus primeras nóminas, la propuesta de resolución del contrato y la carta de despido, documentación que guarda intacta en casa.

Las tres mujeres entraron en la empresa en 1976, una recomendada por un encargado, otra por el primo de su madre y Marrón sin ‘padrino’. «‘¿De parte de quién vienes?’, me preguntaron. Y me entró la risa». Sabía que estaban cogiendo gente «en la Plasti» y allí que fue. Hizo una prueba de cultura general y otra de agilidad con las manos y cuando terminó le dijeron ‘vente a trabajar mañana’. Y desde entonces hasta 1982, alrededor de siete años, estas tres señoras compartieron horas de trabajo realizando diferentes tareas de montaje para la elaboración de enchufes, interruptores y componentes eléctricos.

La fábrica, fundada en 1941 en la avenida del Cid creció con el auge de la construcción en España tras la Guerra Civil y gracias al Polo de Desarrollo Industrial creado durante el franquismo se reubicó en Gamonal, alcanzando una plantilla de más de 700 personas, un 60% de ellas mujeres. Ellas eran mayoría, pero los puestos de responsabilidad los ocupaban los hombres. «Había muchos de bata blanca» (verificadores, controladores, encargados...), quizás demasiados, por eso vieron que «aquello no era factible» y que el final no andaba lejos.

Durante su etapa en Plastimetal, Marrón, Varas y Sancho evocan que hubo movilizaciones pidiendo más igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Ellas empezaron ganando 7.000 pesetas como aprendices y alcanzaron las 40.000 al mes conforme fueron progresando, o gracias a la mayor producción (recibían incentivos), pero no llegaban a lo que cobraban sus compañeros. Aún así estaban a gusto. «En la Plasti me lo he pasado genial», indica Varas, que pese a ello fue de las primeras en aceptar las condiciones de la empresa para salir.

Ya no había tanto trabajo y los dos últimos años estuvieron a reducción de jornada, de 9 a 13 horas, hasta que en 1982 dijeron adiós junto a otro medio centenar de mujeres. Después, cuentan, «el jefazo murió y los hijos no quisieron hacerse cargo del negocio». La falta de renovación tecnológica y la cantidad de stock sobrante sumieron a Plastimetal en unos problemas financieros que desembocaron en un largo y enconado conflicto laboral.

Ya fuera de Plastimetal, Mar Varas ejerció como comercial, prestando servicios de limpieza y criando a cuatro hijos; Ana Rosa Sancho abrió dos bares y trabajó 22 años en la hostelería, entre medias estudió auxiliar de clínica; y María del Mar Marrón trabajó como comercial en una inmobiliaria y como administrativa pero sin descuidar su formación y sacando tiempo para estudiar Relaciones Laborales.

La reestructuración industrial de los años 80 destruyó muchos empleos y como ellas, sus compañeras en Plastimetal tuvieron que buscarse la vida. «Muchas entraron en el hospital como auxiliares de enfermería o en limpieza». Pocas continuaron en la industria, una actividad que hoy solo cuenta en Burgos con un 17% de mujeres.