Los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas

J.M. / Burgos
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El consejero delegado de Aciturri recuerda la trayectoria de su empresa • De un taller de 40 metros cuadrados a 1.200 empleados

Es difícil hoy en día montarse en un Boeing o en un Airbus, las dos grandes marcas del sector de la aeronáutica, que no tenga una pieza que haya salido de las instalaciones de la empresa burgalesa Aciturri. Orgulloso y casi aún sorprendido por la trayectoria de su propio negocio, su consejero delegado, Ginés Clemente, recordaba ayer como en 1977 arranca ese ilusionante proyecto en un pequeño taller de 40 metros cuadrados. Esa pyme es hoy una gran compañía con 9 centros repartidos entre Miranda de Ebro, Álava, Valladolid, Madrid y Sevilla, que da empleo a más de 1.200 trabajadores y que supera los 200 millones de euros anuales en ventas.

Clemente hablo de los hitos claves de su negocio, en el que los detalles cambiaron para siempre el destino de Aciturri. El primero fue casual. «Un domingo por la tarde, que no tenía nada que hacer, leyendo una revista técnica vi que había un proyecto que estaba arrancando. Decidí enviar una carta al director del proyecto» y esa decisión cambió el rumbo de la compañía para siempre. A partir de ese momento, la aeronáutica se convertiría en el centro de su negocio.

El reconocido empresario, que recientemente ha recibido un premio de Airbus, detalló que la historia de Aciturri está plagada de pequeños detalles. «Hemos tenido suerte, sí, pero nos ha pillado trabajando».

Evidentemente, la historia de una compañía de semejante tamaño no se escribe solo con la fortuna. «Hay que tener los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas», repitió en varias ocasiones el consejero delegado de la empresa.

También destacó como clave el momento en el que el Banco Popular le animó a pedir un crédito para crecer. De la misma forma que también fue importante el día en que Caja de Burgos entró en el capital social de la empresa. A partir de entonces se profesionalizó aún más la gestión financiera y se tomaron decisiones como la compra del Grupo Aries, una adquisición que les hacía liderar el sector aeronáutico regional. El crecimiento fue meteórico.

El consejero delegado defendió la importancia de que las pymes «adquieran talla para competir en los mercados internacionales». Y afirmó que para ello es importante que «apuesten en el conocimiento, en la tecnología y en las personas». Orgullo de todo el equipo de Aciturri, con mención expresa a los cargos directivos, Clemente destacó la «actitud», el «compromiso» con la empresa y la «lealtad» como tres pilares para el éxito.