Decepción en El Plantío

J.C. Moreno / Burgos
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Mal en defensa. La selección española sub 21 cometió graves fallos defensivos que la condenaron ante una sobria y eficaz Croacia

España:  0  Croacia: 3

 

España: Kepa, Bellerín, Adrián Marín, Jonny, Duarte (Castro, M-67), Saúl, Deulofeu, Dani  Ceballos (Pedraza, M-54), Munir, Óliver Torres, Marco Asensio.

Croacia: Livakovic, Jedvaj, Milic, Caleta-Car, Peric, Rog, Coric (Fiolic, M-91), Pavlicic (Capan, M-86),

Krovinovic, Tudor, Perica (Kolar, M-73).

 

Árbitro: Craig Pawson (Inglaterra), asistido por Bennett, Betts y Attwell. Mostró tarjetas amarillas a Saúl, Marco Asensio; Caleta-Car, Peric, Perica y Capan.

Goles: 0-1, M-36; Caleta-Car. 0-2, M-42; Perica. 0-3, M-48; Perica.

Público: Unos 10.000 aficionados en El Plantío. Se guardó un minuto de silencio por los atentados de Bélgica; el accidente de autobús de Tortosa y la muerte de Johan Cruyff.

Lo mejor: La respuesta de la afición.

Lo peor: Una dura derrota que deja en el aire la clasificación de la selección española sub 21 de cara a la Eurocopa de 2017.

 

Los cerca de 10.000 aficionados que acudieron ayer a El Plantío para ver a la selección española sub 21 se llevaron una profunda decepción. Croacia aprovechó las facilidades defensivas del combinado español y se llevó una victoria que aleja a España de la próxima Eurocopa de la categoría que se celebrará en Polonia en 2017. El conjunto croata supo leer mejor el partido, y con una defensa muy sólida y una gran efectividad ofensiva se llevó la victoria. Enfrente, la selección española naufragó ante el planteamiento rival y pese a llevar el control del juego y la posesión solo inquietó a su adversario en los últimos minutos del encuentro.

Celades ofreció pocas novedades en su once, con Saúl Ñíguez y Ceballos en el centro del campo; Deulofeu y Marco Asensio en las bandas y Óliver Torres de enganche con Munir como delantero centro. Fue un esquema similar al utilizado en tierras croatas y que sirvió a España para llevarse el partido (2-3). Sin embargo, ayer todo fue muy diferente. Croacia cedió el balón a España, pero cerró todos los caminos a su portería, además de amenazar con rápidos contragolpes aprovechando sobre todo las bandas, como el primer aviso en el minuto dos, con una pérdida de balón de Jonny que a punto estuvo aprovechar el mejor jugador croata, Coric.

El conjunto de Albert Celades dominó desde el primer minuto, pero fue un dominio estéril, con mucha posesión pero sin remates claros a la portería rival. Óliver Torres se ofreció en todos los balones, bajó al centro a por ellos, pero siempre se encontraba con una férrea línea defensiva enfrente. La primera y más buscada opción era Deulofeu por la banda derecha. Es cierto que se marchó de su par en varias ocasiones, pero sin consecuencias ante la poblada defensa rival.

Solo un disparo de Munir que se estrelló en un defensa o un centro de Marco Asensio al que no llegó el propio Munir por centímetros asustaron a un equipo croata que con el paso de los minutos se encontraba cada vez más cómodo sobre el césped.

España siguió intentándolo por la banda derecha y Deulofeu encontró a Marcos Asensio, que remató alto; y tras un córner, Saúl también remató por encima del larguero.

Ese fue el pobre rendimiento ofensivo de una España que dominaba el balón, pero no el juego, incapaz de encontrar un resquicio por donde meter mano a un equipo croata que sacó petróleo de su segunda aproximación a la portería de Kepa. Fue en un córner y el central croata, Caleta Car, se adelantó a su marcador y batió a Kepa.

El gol fue un duro golpe para España que, incapaz de reaccionar, vio cómo tras un error en la salida del balón, Perica se plantaba en el área y batía de nuevo a Kepa. Era el minuto 42 y Croacia había encarrilado el partido.

España se retiró a los vestuarios totalmente noqueada, aunque con la pequeña esperanza de poder remontar en la segunda mitad. Sin embargo, todas las ilusiones se difuminaron cuando en el minuto 48, un absurdo error de Kepa con el balón en los pies le regaló el tercer gol a Perica. Este tanto sentenciaba el choque y dejaba hundida a la selección española, que veía como sus opciones de acabar primera de grupo se alejaban de forma irremediable.

Celades movió el banquillo buscando más profundidad. Sacrificó primero un medio centro (Ceballos) por un extremo (Pedraza) y después un central (Duarte), por un delantero (Castro). Pero esta apuesta no alteró a Croacia, liderada por una magnífica defensa y por Coric, sin duda el mejor del partido.

Estos cambios transformaron a España en un equipo muy ofensivo y comenzó el asedio a la meta defendida por Livakovic, que supo despejar dos buenos disparos de Saúl y Marco Asensio. En los últimos 25 minutos se sucedieron las ocasiones, pero unas veces la defensa y otras la mala elección de los delanteros impidieron el gol. El partido acabó con el claro triunfo croata y la profunda decepción de la afición burgalesa.