Hallan el cadáver momificado de un peregrino en San Juan de Ortega

I. Elices / Burgos
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Un vecino lo encontró en una caseta situada en el monte anejo a la localidad. Orensano de 52 años, portaba la credencial jacobea, aunque es posible que se trate de un transeúnte

Los trabajadores de la Funeraria San José portan el cuerpo escoltados por guardias civiles. - Foto: Jesús J. Matías

Hacía varios meses que Saturnino Gómez Alzaga no ascendía hasta su terrenito situado en el monte que protege del viento a la localidad de San Juan de Ortega. Se disponía a plantar varios ejemplares de pino cerca de la caseta que se construyó hace años para merendar cuando hace buen tiempo. Al acercarse al pequeño chamizo le extrañó observar que a la puerta había unas zapatillas de la marca J’haiber. Se asomó a ver si había alguien e ignora qué expresión se dibujó en su rostro cuando vio la figura de un hombre tumbado dentro de un saco de dormir. Se fijó un poco más y se dio cuenta de que se trataba de un cadáver que presentaba evidentes signos de descomposición y estaba momificado. «He visto mucho en 80 años -he trabajado en los 5 continentes- pero he decir que me ha impresionado», indicó.

El cuerpo era el de un peregrino del Camino de Santiago, aunque a juzgar por sus pertenencias se trataba de una persona que vive de forma permanente en la Ruta Jacobea. Tenía la credencial, la que se sella en los albergues, pero el día que pereció o bien no llevaba dinero suficiente para pagar por la estancia en el alojamiento de San Juan de Ortega o juzgó que la caseta en el monte era un buen sitio para pasar la noche. En todo caso hubo de desplazarse unos kilómetros del Camino para llegar al paraje donde fue hallado ayer. Se trata de un hombre de 52 años de edad, natural de Orense.

En el examen preliminar del cuerpo los forenses no hallaron ningún signo de que se trate de una muerte violenta. Será la autopsia -que se le practicará hoy presumiblemente- la que determine exactamente las causas, aunque todo parece indicar que falleció mientras descansaba, ya que el cadáver estaba de lado dentro de un saco de dormir. ¿Un infarto, enfriamiento, quizás? No se sabe. Lo que está claro es que llevaba varios meses en esa caseta, pues el cadáver estaba parcialmente momificado.

El hallazgo del cuerpo se produjo poco antes de las 18 horas. Saturnino dio el aviso al alcalde de la localidad, José Manuel Pérez, que telefoneó al servicio de emergencias 112 y a la Guardia Civil. Una dotación de la Benemérita se presentó allí al instante y acudió hasta el lugar donde apareció el fallecido con el fin efectuar un primer examen de la situación. Las facultativos de Sacyl llegaron poco después, aunque evidentemente no pudieron hacer nada.

La comisión judicial se presentó al cuarto de hora, igual que los miembros de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, quienes inspeccionaron el emplazamiento. Revisaron las dos mochilas que descansaban al lado del hombre, que fue hallado exactamente en el porche de la caseta, no en su interior. Encontraron la credencial del Camino y su documentación.

La Guardia Civil trabajaba ayer para localizar a su familia. En estos momentos, según señaló la Benemérita, hay 75 desaparecidos en el Camino de Santiago (cualquiera de sus rutas), aunque no se sabe si el hombre hallado ayer está en esa lista. Y es que el contenido de su mochila invita a pensar que a la condición de peregrino se une también la de transeúnte (vagabundo) sin domicilio fijo. Los trabajadores de la Funeraria San José tuvieron que portar el cuerpo durante más de 500 metros hasta el furgón, pues era imposible que éste ascendiera por el monte, dado lo escarpado del lugar.