Detenido el dueño de un bar por el robo de ocho cerdos en una granja

db / ARANDA
-

Los animales fueron sacrificados con extrema violencia en el interior de la explotación, donde permanecían otros cuatro cochinos muertos, para su posterior transporte y despiece

En el interior se encontraron cuatro cerdos muertos junto a otros vivos.

 
Si normalmente los propietarios de bares son protagonistas de la crónica de sucesos como víctimas habituales de robos en este caso se han tronado los papeles. Si la carne está por las nubes en el supermercado, un hostelero arandino debió pensar que le salía más a cuenta proveerse de ella sin pasar por caja acudiendo directamente al primer eslabón de la cadena de producción con lo que sirviéndola posteriormente en su establecimiento se lo podía llevar limpio. Sin embargo este particular cuento de la lechera en versión gore podría costarle caro.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) detuvo en Aranda, en la madrugada del pasado jueves  a un vecino de la capital ribereña que responde a las iniciales D.G.M. de 23 años de edad, como autor de un delito de robo de ganado porcino con fuerza en las cosas.
La detención del ‘cuatrero’ se produjo en el marco de las actividades preventivas, diseñadas por la Comandancia de Burgos, en relación al plan de vigilancia dirigido contra las sustracciones en explotaciones agrarias y ganaderas, por las que  una patrulla del Seprona destinada en Huerta de Rey controlaba una granja aislada situada en el término municipal de Fuentespina.
Los agentes se percataron  a la 1:00 de la madrugada cómo los cierres de dos puertas de acceso a una de las dos naves que conforman la modesta explotación, ubicada en el paraje de Carravilla, en la margen derecha de la línea férrea Madrid-Aranda-Burgos y la que también se accede por el conocido camino que une la antigua fábrica azucarera con Fuentespina, habían sido violentados, observando en el exterior una gran marcha de sangre en el suelo de arena y señales de que un animal había sido arrastrado.
Ya en el interior, en una de las cuadras los agentes descubrieron cuatro cerdos muertos. Según informaron a DB fuentes próximas a la investigación los animales fueron sacrificados golpeándoles fuertemente en la cabeza con un objeto indeterminado y las evidencias encontradas hacen pensar que fueron sacrificados con extrema violencia.
Ante la sospecha de que el autor o autores volvieran a recoger estos animales, se dispuso un discreto operativo de vigilancia en los alrededores. Minutos después percibieron un vehículo ajeno a la explotación, que se aproximaba por un camino. Tras estacionar, al ir a identificarlo, éste se dio a la fuga haciendo caso omiso a las señales acústicas y luminosas del vehículo policial.
Después de alrededor de un kilómetro y medio de huida por un camino de tierra lleno de baches, el vehículo fue interceptado tras precipitarse al cauce del Canal de Guma, en un punto próximo a las obras de la variante de la Autovía del Duero, ya dentro del término municipal de Aranda de Duero. El conductor, único ocupante del turismo, y que resultó ileso en el accidente, fue detenido al comprobarse que en el maletero había restos descuartizados de cuatro cerdos.
Tras batir la zona, en los alrededores fue localizada una caseta, en cuyo interior se localizaron otros cuatro animales muertos y restos de los que se encontraron en el vehículo, ya que el lugar había servido de improvisada sala de despiece.
Tanto por el importante volumen de animales sacrificados como por el hecho de que el detenido regenta un bar en la capital ribereña, situado en pleno barrio de Santa Catalina y curiosamente apenas a 150 metros del cuartel de la Guardia Civil, las mismas fuentes sospechan que el destino final pudiera haber sido la introducción  ilegal de la carne en algún negocio relacionado con la hostelería.
En cualquier caso, desde la Benemérita se indica que la explotación ganadera se encontraba al corriente de las inspecciones sanitarias correspondientes
La investigación sigue abierta a la espera, entre otros aspectos, de esclarecer si el detenido pudo actuar junto a algún cómplice, dada la ingente labor que representa sacrificar, transportar y descuartizar   una docena de cerdos.
 
hecho aislado.  Fuentes de la Guardia Civil indicaban a este periódico  que, a falta de confirmación, todo apunta a que se trata de un hecho aislado, ya que hasta ahora no se tiene constancia de que se hayan registrado robos con este sangriento modus operandi, puesto que lo habitual es que se lleven los animales vivos. Asimismo en los últimos meses no constan denuncias de robo de ganado en la comarca.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción nº2 de Aranda.