La Montijana, adiós a 136 años de solidaridad

A. Castellanos / Villasante
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La nueva ley ha empujado a esta mutua contra incendios, única en España, a cesar su actividad al no poder mantenerse sin ánimo de lucro

El 1 de enero de 1880 nueve socios fundaron en Villasante La Unión Montijana con el fin de crear una red de solidaridad que afrontara los graves perjuicios que los incendios originaban en las economías familiares. En unos años, donde el fuego calentaba las casas y sus estructuras de madera ardían sin remedio, la Unión Montijana fue un respiro para muchos. En su momento convivió con otras mutualidades similares sin ánimo de lucro, como la Medinesa, la Losina o la de las Casas del Valle de Mena. Pero la Montijana acaparó la mayor cantidad de mutualistas hasta llegar en sus mejores momentos a las 4.000 pólizas. En la noche del lunes, su asamblea general de mutualistas se vio abocada a acordar el cese de su actividad después de 136 años.

Las exigencias de la nueva Ley de ordenación, supervisión y solvencia de las entidades aseguradoras y su reglamento, entraron en vigor el pasado 1 de enero y hay un año para adaptarse a ellas. Sencillamente es imposible. La Unión Montijana, que en la actualidad contaba con 2.400 asegurados repartidos entre Montija, Sotoscueva, Espinosa, Valdeporres, Villarcayo, Medina, Losa, Traslaloma y Mena, es la única mutua de seguros a prima variable que queda en España. Esto significa que las cuotas de los mutualistas varian en función de los siniestros que sea necesario cubrir cada año y los gastos de funcionamiento. No hay ánimo de lucro, como explica José María Guerra, quien ha ejercido como su secretario durante 26 años y ahora ha sido nombrado uno de sus liquidadores junto a Lorenzo González y Joaquín Montoya.

La nueva ley obliga a las mutuas de seguros, como La Montijana, a operar solo con primas fijas, lo que eliminaría su carácter no lucrativo. Para cubrir los siniestros de incendios se les exige, además, un capital social de 3 millones de euros. En los próximos días, 2.400 cartas llegarán a los hogares de sus asociados para comunicarles la situación y trasladarles que desde el pasado lunes carecen de cobertura en caso de incendio. La Unión Montijana cuenta con un fondo mutual de 117.000 euros, del que una vez restados todos los gastos y sumados los dividendos que aporte la venta de la sede de Villasante, inaugurada en 1959 y que antaño servía de vivienda a los secretarios, se repartirá entre los socios.

Parón

 

La historia de la entidad entre 1880 y 1937 se ha perdido. Durante la Guerra Civil desaparecieron los archivos de la mutua y el libro de actas más antiguo recoge la reunión de diciembre de 1937 que acordó rehacerla. En él se señala como «después de haber sido liberado por las fuerzas nacionales, entre otros, el pueblo de Villasante, ... que ha estado ocupado por los rojos durante un año... ha desaparecido la documentación por la que se regía la sociedad». De aquella el secretario acabó en la cárcel de Santander y el depositario, en la de Burgos, «por oposición al glorioso Movimiento Nacional».

Poco a poco, la Montijana fue recuperando el pulso y siempre pudo responder a todos los siniestros. Durante las últimas décadas, Guerra recuerda que han venido cubriendo unos cinco o seis incendios al año de poca relevancia y gastos inferiores a los 5.000 euros, mientras que cada lustro dos viviendas han sufrido graves siniestros. El último fue el de las dos casas que ardieron en diciembre de 2013 en Quintana de los Prados (imagen)y que fueron resarcidas con 198.000 y 40.000 euros, respectivamente. Por su coste destacan también los incendios ocurridos en Quintanilla del Rebollar en 1992, con un gasto de 18 millones de las antiguas pesetas, o los de Brizuela y Cubillos de Losa, ambos en 2008, que supusieron abonar 168.000 y 117.000 euros, respectivamente, para la reconstrucción de las casas.