Corren tiempos de vertiginosos cambios pero tradiciones genuinas como la Rogativa de la Tabera afianzan su atractivo y su arraigo popular. La edición celebrada ayer en el Santuario de Santa Casilda arrancó a media mañana con una modesta afluencia de romeros pero, a medida que fue avanzando la jornada, las campas del enclave espiritual burebano se fueron llenando. La Tabera, Fiesta de Interés Turístico Regional, volvió a dar muestras de su poder de convocatoria pese a celebrarse en día laborable. La rogativa animó durante horas tanto el Santuario de Santa Casilda como la ciudad de Briviesca. Por la tarde, las autoridades procedieron a la inauguración oficial del juego de la taba, que este año está pintada con el color de la bandera española.Más en la edición impresa.