Leo Messi abandonó el césped del Camp Nou con el brazalete de capitán en la manga de su camiseta, la pelota bajo el brazo, pasando por el centro de un pasillo formado por sus compañeros a su alrededor y con una enorme sonrisa que lo reconcilió con el Barcelona tras una semana agitada.

Los tres tantos que anotó el pasado sábado en la victoria ‘culé’ ante el Sevilla no solo lo convirtieron en el máximo goleador histórico de la Liga española, al superar el registro del legendario delantero del Athletic Telmo Zarra, sino que también trajeron algo de calma al ambiente después de que la continuidad del propio Messi en el futuro del Barcelona fuera puesta en duda.

El argentino llegó al Camp Nou sin demasiados motivos para la sonrisa después de cuatro partidos ligueros de sequía, del bajón futbolístico de su equipo y, especialmente, de unas declaraciones suyas en la que se abría la puerta a una posible salida del club.

«El fútbol da muchas vueltas. Si bien siempre dije que me gustaría quedarme aquí, a veces no todo se da como uno quiere», fueron las palabras de del ‘10’ azulgrana en una entrevista concedida al periódico deportivo argentino Olé. Las declaraciones retumbaron en toda la Ciudad Condal y generaron preocupación por la incertidumbre de cara al futuro del ‘crack’. Sin embargo, el encuentro ante el Sevilla sirvió para recuperar al mejor Messi, aquel que hizo delirar durante casi 10 años a los hinchas ‘culés’.

«Fue espectacular, grandioso, enorme. No hay calificativos. Estamos ante el mejor jugador del mundo, de la Historia. Todavía es joven y tenemos muchos años para poder disfrutarlo. Nos asombramos y nos arrodillamos ante este futbolista espectacular», aseguró el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, tras el encuentro.

Y es que Messi fue voraz en el área rival, como en sus mejores tiempos, Y los aficionados en el coliseo blaugrana le rindieron su debido homenaje. «Dios, la leyenda continúa», señalaba una bandera que se desplegó cuando el internacional albiceleste igualó el récord de Telmo Zarra con su primer tanto de la jornada.

Ya con el segundo gol, que le permitía superar al mítico delantero del Athletic de Bilbao, los jugadores del Barcelona decidieron celebrar lanzando por el aire a la estrella. Y sobre el final del partido, repitieron el acto y despidieron a su mejor jugador formándole un pasillo.

El mensaje. El argentino expresó luego su agradecimiento en las redes sociales y publicó en su cuenta de Facebook un vídeo con su primer gol anotado en Liga, ante el Albacete el 1 de mayo de 2005. «Cuando marqué este tanto, no imaginaba en superar ningún récord y menos aún al gran Telmo Zarra. Lo pude cumplir gracias al apoyo de muchísimas personas que me han ayudado durante estos años», escribió el argentino.

Los directivos del Barcelona también aportaron su granito de arena a la fiesta organizando diversos agasajos para la estrella azulgrana. Con cada uno de sus dianas frente al Sevilla, en los carteles electrónicos del estadio, se vieron mensajes de felicitación y, una vez finalizado el encuentro, se proyectó un vídeo homenaje al argentino en la pantalla gigante del Camp Nou.

«Es un jugador que hace muy grande a la Liga y tendrá todos los homenajes posibles, pero pensamos que el mejor momento era después del encuentro, vestido de futbolista y con el balón en la mano. Todo perfecto», analizó Andoni Zubizarreta, director deportivo del club catalán.

El técnico azulgrana, Luis Enrique, se mostró, a su vez, agradecido de poder dirigir a Messi. «Yo pensaba que el récord de Zarra nunca se iba a batir. El futbolista del Athletic lo consiguió en una época en la que había más delanteros que defensas, pero en este nivel al que estamos ahora, no solo físico sino con la preparación de los jugadores, que un futbolista haya alcanzado estos números es algo único e irrepetible», explicó el entrenador.

El Barcelona y su gran estrella parecieron así volver a la normalidad de la última mitad de la década: el conjunto azulgrana goleó en su casa y su futbolista ‘franquicia’ brilló con goles de todos los colores. Así, el ‘10’ conquistó un récord que se le mostró esquivo durante las últimas semanas y pudo aplacar, al menos por un tiempo, los murmullos, los rumores y la incertidumbre sobre su futuro en el club catalán.

«Leo está feliz aquí y eso lo pudimos ver ante el Sevilla. Está contento. Y si Messi está contento, el Barcelona también está contento», resumió la simple ecuación su compañero Xavi Hernández.