Los convergentes Francesc Homs, Germà Gordó y de nuevo Andreu Mas-Colell serán los hombres fuertes del Gobierno de Artur Mas para la próxima legislatura. De esta manera, Homs se convierte en el número dos del president, con mayor poder que la vicepresidenta Joana Ortega de UDC. Sin embargo, el nuevo titular de la Consejería de Vicepresidencia comenzó mal esta singladura, pues en un primer momento se dio a conocer desde la Generalitat que asumiría las competencias de Asuntos Exteriores, una maniobra para seguir con el órdago secesionista, pero, en un decreto posterior el nuevo Govern, dio marcha atrás y anuló el nombramiento, quedando tan solo su cargo como consejero de la Presidencia.
Después de las dudas que surgieron por la creación de un Departamento de Asuntos Exteriores, que podría haber invadido las competencias del Estado, el Ejecutivo catalán rectificó, aunque aclaró que el cargo de Homs se adapta a la estructura del Gabinete. Además, de esta forma parece que las competencias internacionales quedarán reservadas en exclusiva para el propio Mas.
A pesar de este embrollo, el convergente se convierte en el hombre fuerte del nuevo Gobierno. La confianza que el presidente regional ha depositado en él es consecuencia de una larga trayectoria como integrante del pinyol de CDC, el núcleo duro más cercano al dirigente que le ayudó a auparse con el liderazgo del partido tras la retirada de Jordi Pujol.
Escéptico ante la posibilidad de que mejoren la relaciones Cataluña-España tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, fue, aparte de su apuesta por la secesión, uno de los principales valedores del pacto fiscal en la línea del concierto económico.
Tras estos nombramientos, Homs tendrá más poder e influencia que la democristiana Joana Ortega, que seguirá como vicepresidenta y consejera de Gobernación y Relaciones Institucionales. Asimismo, tendrán gran influencia en el Gabinete Andreu Mas-Colell, que repetirá en Economía y Conocimiento, y Germá Gordó, que lidera la cartera de Justicia. Este último, quizá el menos conocido de los colaboradores más fieles a Mas, abandona su puesto como secretario del Ejecutivo autonómico y gana visibilidad.
También se incorporan Ramón Espadaler (UDC) como consejero de Interior, sustituyendo a Felip Puig (CDC), que ocupará la cartera de Empresa y Empleo; Santi Vila (CDC) en Territorio y Sostenibilidad; y Neus Munté (CDC), que cogerá las riendas de Bienestar y Familia, y será una de las tres mujeres que tendrá el nuevo Gabinete.
En el caso de los empleados públicos, hay casi 5.700 menos que hace dos años, no se han iniciado nuevas convocatorias de oposiciones, alrededor de 7.000 interinos han tenido una reducción de horario y sueldo, y este 2012 se eliminó la paga extra de Navidad a todos los funcionarios.
FOMENTAR LA TRANSPARENCIA. En la toma de posesión de los nuevos cargos, el presidente de la Generalitat pidió a los 12 consejeros que trabajen para tener un Govern que diga la verdad y practique la buena comunicación permanente dentro y fuera de Cataluña, manteniendo así el «diálogo institucional con el Estado por mucha distancia ideológica» que haya.
Por su parte, el PP y el PSC tacharon de «radical» el nuevo equipo de Mas. Los populares reprocharon al nacionalista que haya creado un Ejecutivo formado por «talibanes, separatistas y radicales sometidos a ERC». Mientras, los socialistas lo definen como «neoliberal y radicalizado».
Por otro lado, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, explicó tras los actos de investidura que el nuevo Gabinete aprobó la prórroga de los presupuestos de la Generalitat de 2012, que serán vigentes hasta la publicación de las cuentas para 2013.