Las dos vidas de Santiago

Angélica González / Burgos
-

Cáritas dice siempre que lo importante en su trabajo son las personas. Este joven es un ejemplo. En diciembre dormía en una 'tienda de campaña' hecha de plásticos y ramas. Hoy se recupera de sus problemas en el albergue

Santiago, junto a su ‘habitación’, el pasado mes de diciembre. - Foto: Alberto Rodrigo

Sorpresón. En el albergue de Cáritas, sonriente, limpio como una patena y participando activamente en un taller está Santiago. Los lectores atentos le recordarán: hace cinco meses lo encontramos durmiendo en una especie de ‘tienda de campaña’ que él mismo se había construido con plásticos y ramas junto al río, reconociendo sus problemas mentales y de adicciones y valorando la posibilidad de agarrarse al enésimo flotador que le lanzaba la ONG.

Pues en cinco meses le han pasado muchas cosas. A pesar de que dormía en la calle, Cáritas nunca le soltó de la mano: en sus instalaciones comía, se aseaba y guardaba sus pertenencias y además, los trabajadores le estaban gestionando una renta garantizada de ciudadanía. También coqueteaba con la idea de ingresar en Proyecto Hombre para hacer frente a sus problemas de drogas -de hecho ya estaba citado- y reorganizar su vida, hasta ahora muy dura.

Tras muchas idas y venidas terminó en el albergue y ahí sigue, con el excelente aspecto que da llevar una vida ordenada y dormir al calor. No explica qué le ha hecho volver al redil pero sí cuenta entusiasmado que le van a someter a una serie de pruebas médicas que confirmarán su diagnóstico, hasta el momento un poco confuso, para empezar a tomar la medicación que mejor le venga y, sobre todo, agradece de una forma muy efusiva al trabajador social David Alonso todo lo que está haciendo por él. «Éste sí que se ha ganado el cielo». Alonso, responsable del albergue, sonríe y no hace ningún comentario. Santiago es de una las muchas apuestas que hace en su trabajo que, visto desde afuera, da la sensación de que es más que un trabajo. De momento, parece que las cosas van para adelante. Veremos qué pasa en otros cinco meses.