Piden un millón para el convento de Alveinte sin contar con el dueño

B. Antón / Monasterio
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El PCAS presenta una enmienda a los presupuestos generales del Estado para rehabilitar las ruinas del monasterio franciscano fundado por fray Lope de Salinas en el año 1440

Bóvedas y arcos que se mantienen en pie pese a todo. - Foto: J, J, Matías

Dentro de las 21 enmiendas que ha presentado el Partido Castellano (PCAS) a los Presupuestos Generales del Estado para 2015 en la provincia de Burgos se ha incluido la consignación de una partida específica de un millón de euros para la rehabilitación de las ruinas góticas del Monasterio de Santa María de los Lirios de Alveinte, situado en Monasterio de la Sierra, en un bello rincón desde el punto de vista paisajístico y ambiental, en la cabecera del Arlanza.

Lo curioso de esta petición de los castellansitas es que se realiza sin contar con el actual propietario del viejo convento desce hace 60 años, Jesús María García, vecino de Monasterio de la Sierra. Este se mostró ayer sorprendido con la noticia y reconoció desconocer la solicitud llevada a cabo por el PCAS. En todo caso, afirmó que aceptaría que se rehabilitara «siempre y cuando esté de acuerdo con las condiciones y con la reforma que se llevaría a cabo, y tendría que consultarlo con mi familia». García destacó de lo que queda del monasterio la cúpula de la iglesia y lamentó que se llevaran gran parte de sus muros para la construcción de una central eléctrica. Hace unos años, el propietario recibió de un ciudadano holandés una propuesta de compra de la finca, que declinó.

En su origen, fue un convento franciscano fundado por Fray Lope de Salinas en el 1440 sobre los restos de un monasterio anterior y patrocinado por don Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, probablemente destinado a miembros díscolos, conflictivos o discrepantes de la orden. El fundador decidió ubicarlo en un lugar solitario, inhóspito y alejado de cualquier población, con el fin de que fuera el sitio ideal para la oración, penitencia y para la dedicación completa a Dios, en consonancia con los ideales de San Francisco de Asís. Así, se encuentra en un recóndito y espectacular valle de la Sierra de la Demanda, cercano a la localidad de Monasterio de la Sierra, a la que da su nombre.

Fue el último refugio de la Junta Provincial de Defensa de Burgos durante la Guerra de la Independencia, hasta que fue saqueado e incendiado por las tropas francesas en 1810, y como consecuencia de la Desamortización fue abandonado en 1835. Su arquitectura gótica fue deteriorándose paulatinamente, e incluso a principios del siglo XX gran parte de sus muros fueron derribados para utilizar su piedra en la construcción de una central eléctrica cercana, sobre el río Arlanza.

La talla tardogótica de Nuestra Señora de los Lirios, de finales del XV y en alabastro, fue trasladada a la iglesia de Monasterio, desde donde se realiza cada mes de agosto una romería a las ruinas del Monasterio de Alveinte.

La formación castellanista considera que con un millón puede acometerse una primera fase de rehabilitación de este conjunto, consolidando los elementos más amenazados y realizando las intervenciones de más urgencia, así como elaborando un proyecto global de actuación integral y diseñando un proceso de participación ciudadana que involucre a las localidades próximas y a las asociaciones y colectivos que trabajan en este entorno al objeto de elaborar un plan que defina su uso posterior, que a juicio del PCAS debe compaginar la puesta en valor de sus recursos culturales y ambientales. Este partido también ha reclamado partidas en los PGE para los monasterio de Rioseco (Valle de Manzanedo) y San Pedro de Arlanza (Hortigüela).