El adiós de Luis Escribano cataliza las primarias entre Peñalba y De la Rosa

Á.M. / Burgos
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Deja paso. El secretario local del PSOE y portavoz en el Ayuntamiento confirma su marcha por «razones políticas y de otro orden»

Los movimientos de las dos últimas semanas han cerrado el puzzle que el PSOE tenía abierto a comienzos de mes.

La secuencia de los acontecimientos es en sí misma una evidencia de que la familia socialista de la capital burgalesa continúa dividida y escenificará su sempiterna guerra durante el proceso de primarias a la Alcaldía, que comienza oficialmente el lunes y que culminará con el voto en urnas el domingo 30 de noviembre.

El secretario local y portavoz en el Ayuntamiento, Luis Escribano, confirmaba por la mañana lo que ya era un secreto a voces: no continuará liderando el PSOE y abandona el Ayuntamiento. «Hay razones políticas y de otro orden que hacen conveniente que no esté presente en este proceso», explicó el veterano concejal tras anunciar su «muy meditada» decisión.

Escribano consideró que «no es necesario justificar en exceso que he estado 16 años seguidos (antes estuvo cuatro años más en la primera legislatura democrática) como concejal y he conocido varias situaciones, siendo también cabecera de lista», por lo que «no puede decirse de mí que he sido un político transitorio». Hasta ahí el anuncio.

Fue entonces cuando el que seguirá siendo portavoz socialista hasta mayo de 2015 disertó acerca del ambiente político actual y del papel que ha desempeñado el Partido Socialista durante la democracia española. Salió el político dotado de una oratoria humana y creíble que, a ratos quebrada por la plena consciencia de que estaba escribiendo el punto final a una larga trayectoria, sonó poderosa sin la necesidad, que nunca tuvo, de levantar la voz.

«Quiero expresar mi enorme preocupación por la situación política en España; todos debemos hacer algo que rompa la dinámica en la que el país está colocado», invitó. Citó, claro, la corrupción pandémica sin distinción de siglas y clamó porque «todos hagamos todo lo posible por cortar esta situación», algo que hizo «a sabiendas de que no tengo la solución».

Quiso también «reivindicar el papel que le corresponde al PSOE, que ha sido clave en estos años y que está afectado por problemas graves, pero que merece su espacio. Dentro de dos meses se cumplirán 40 años desde que me afilié, y nada sería peor que decir que no merecieron la pena». Así, aludió al «salto histórico y extraordinario» que nos llevó a una democracia «homologable» con Europa.

Tampoco quiso pasar de puntillas sobre las proclamaciones de nuevas izquierdas ensoberbecidas a la sombra de los errores ajenos, «que han sido tantos que parece que ahora se requiere la destrucción de todo lo que conseguimos». «Esta democracia hay que cuidarla para mejorarla», advirtió, «y en ese trabajo el papel del PSOE es insustituible».

Quien fuera portavoz del único gobierno socialista de la capital terminó exigiendo a su Partido que sea capaz de «superar los problemas», y mostró su apoyo sin fisuras a Sánchez y Tudanca en «su compromiso con una nueva forma de hacer política». Un nuevo tiempo desde el que quizás alguien tenga que mirar hacia atrás antes o después.

La sucesión. Dos horas después de que Escribano terminara su comparecencia, la concejala Esther Peñalba hacía oficial su candidatura a las primarias, confirmando así que se ha hecho con el sector ‘escribanista’ para pugnar por la Alcaldía e imponiéndose por el camino a otros candidatos, como la también concejala Carmen Hernando.

La vicesecretaria local da el paso por el que ha peleado a la sombra de su jefe de filas, y constituye un aviso serio a la ‘otra sensibilidad’ socialista en la capital, como lo demuestra el hecho de que ya le ganara a Luis Tudanca las primarias a la Secretaria Provincial en la capital burgalesa. Si bien después perdió con holgura en la provincia, en esta ocasión votan los militantes capitalinos.

Ese anunció detonó, al tiempo, el del sector ‘tudanquista’. Toda vez que el concejal y diputado provincial José María Jiménez entró en la Ejecutiva regional de su otrora delfín, quedó claro que se apartaba de una carrera en la que se mantuvo hasta hace dos semanas. La victoria de Tudanca en las primarias regionales cambió algunas cosas, esta entre ellas.

Así se abrió el hueco para que Daniel de la Rosa, concejal en la legislatura 2007-2011 y apeado de la bancada socialista por un escaño en las últimas elecciones, se erija como apuesta para medirse a Peñalba en unas primarias que, apunten, se ganarán por un puñado de votos.