Puesta a punto en el Parral

Gadea G. Ubierna / Burgos
-

Patrimonio Nacional aprobó el pasado martes el documento que regirá las condiciones del parque burgalés hasta 2040. DB desgrana algunas de las obras más significativas

Una de las cualidades más apreciadas del parque del Parral por su propietario, Patrimonio Nacional, es el hecho de que durante siglos haya conservado su estética asilvestrada pero al mismo tiempo urbana. Hay constancia de que desde el siglo XII, cuando los reyes Alfonso VIII y Leonor donaron los terrenos al Hospital del Rey -de ahí que sea una propiedad del Estado- se ha empleado como fuente de ingresos por la madera y zona de paseo de burgaleses y peregrinos. Un uso que pretende perseverare en el tiempo mediante el nuevo documento de cesión de uso gratuito que el organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia y el Ayuntamiento firmarán en las próximas semanas, después de dos años de negociación.
Para ello, es imprescindible que el consejo de administración de Patrimonio Nacional firme el documento acordado entre ambas partes, algo que ocurrió el pasado martes 21 de abril. En ese documento se recogen los usos permitidos en el parque -no botellones, pero sí fiesta del Curpillos por ser de carácter «tradicional»- y algunas de las medidas a tomar en los próximos años para preservar su naturaleza boscosa y su carácter de espacio de descanso o recreativo. Entre ellas, la más destacada y quizá también la más controvertida es el acuerdo entre Administraciones para cerrarlo por la noche. Una decisión que obligará al Estado a invertir algo más de 230.000 euros en la reconstrucción de un tramo de muro, entre la parte más próxima al El Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedades Raras y las inmediaciones de Económicas; y al Ayuntamiento otro tanto en los arreglos de las tapias existentes y reconstrucción de puertas nuevas.
Un momento que se aprovechará para recuperar cada uno de los accesos y también para devolverles su aspecto original en la medida de lo posible.
A continuación se especifican algunas de las actuaciones más destacadas:

Mobiliario urbano. Tanto las mesas con bancos como las casetas se mantendrán porque se consideran de estética adecuada. En caso de sustituirlas, se hará por otros elementos de diseño semejante. Patrimonio Nacional, propietario del recinto, sí propone barnizar o tratar la madera de alguna forma.
En lo que se refiere a las papeleras, la propuesta es quitar las metálicas que, además de estar pintadas de color rojo, tienen chapas de la desaparecida Caja de Ahorros Municipal de Burgos. Se recomienda buscar otras más discretas y adecuadas para el entorno.

Pista de patinaje. En un principio, la idea es desmontarla. Patrimonio Nacional considera que es un elemento inapropiado dentro del plan de uso y gestión acordado con el Ayuntamiento de la capital para el recinto durante los próximos 25 años. Está construida sobre elementos prefabricados de hormigón y cerrajería, también sobre cemento, materiales que no convencen en el entorno.

Barbacoas. Patrimonio Nacional siempre fue reticente al uso de las barbacoas en su propiedad y, de hecho, fuentes oficiales del organismo explicaron a este periódico que transigirán solo el día del Curpillos. De ahí que hayan propuesto que se desmonten todas, tanto las más antiguas de piedra como las que son algo más recientes, de hormigón y ladrillo.

Esquina del Hospital Militar y la carretera Valladolid. La propuesta de Patrimonio Nacional es ampliar esta entrada para que pueda emplearse como acceso para vehículos de emergencia y servir de alternativa a la puerta ubicada frente a la ermita de San Amaro. La propuesta es restaurar los elementos de sillería con piedra caliza para que las pilastras de los extremos recuperen su aspecto original. Se buscarán antecedentes históricos para definir el diseño de la nueva puerta de cerrajería, dado que se quiere cerrar el parque de noche.

Ermita de San Amaro y Hospital del Rey. Puerta que utilizan los vehículos de emergencia y de mantenimiento en este momento. El organismo propietario propone arreglar las dos hojas, porque ha detectado que están desplomadas y con riesgo de estabilidad. Dos circunstancias que atribuye a un posible golpe «accidental» de vehículos. Es una acción prioritaria y, de hecho, ya se han tomado algunas medidas.

Calle Bernardino Obregón. accesos históricos: portón y puerta.Con respecto al portón, que está rematado con una cubierta de teja, el análisis de Patrimonio da a entender que es un acceso aún más antiguo que la puerta anexa, porque los escudos están fechados en el siglo XVIII, en 1776. En este caso, el propietario afirma que disponen de fotografías históricas en las que se aprecia que las puertas originales eran de madera. También especifica que en ese punto había ‘cuentaovejas’, unas pequeñas barreras de piedra colocadas en paralelo para permitir el paso ordenado del ganado. El Ayuntamiento las retiró hace diez años y ahora se plantea la opción de volver a colocarlas, porque la ubicación primitiva todavía es visible en el pavimento y se pretende recuperar todo vestigio histórico del recinto. La puerta es uno de los accesos peatonales más antiguos y Patrimonio Nacional especifica que está rematada con un frontón de piedra y escudos fechados a mediados del siglo XIX, en 1859. En la piedra no se han detectado deficiencias, pero el organismo propietario del parque considera que habría que corregir el desnivel existente entre la calle y el interior del recinto. Apunta que hay 40 centímetros de diferencia. También propone investigar archivos de fotografía históricos para realizar otra puerta con diseño original.

Nuevos accesos abiertos en la carretera Valladolid, frente a San Amaro. El organismo propietario del recinto recuerda que el Ayuntamiento autorizó en 2005 la creación de dos aberturas en la tapia para facilitar la conexión entre el Campus y el paseo de la Universidad y las instalaciones deportivas de San Amaro. No pone objeciones a su existencia, pero sí considera que hay que añadir puertas de cerrajería de dos hojas para poder cumplir con el objetivo de cerrar por la noche en el futuro.

Nuevos accesos abiertos en las traseras del Hospital del Rey. Estos vanos en la tapia trasera del parque, la más próxima al Hospital del Rey y al Campus, se autorizaron en 2005, también con el objetivo de facilitar la comunicación de estudiantes y paseantes. Sin embargo, Patrimonio Nacional ha considerado y no sin razón, que la lógica no fue el criterio imperante en su creación.
En el primer caso destaca que el hueco es demasiado ancho (más de cuatro metros) y poco racional para los usos para los que fue concebido: peatones y bicis (obligadas a empotrarse o a subirse a la acera para poder salir). Propone estrechar el hueco y dar soluciones a peatones y ciclistas. Al reducir el tamaño, se evita que puedan entrar vehículos y circular por dos fincas que, recuerdan, son propiedad privada. Plantea colocar puertas de cerrajería como las de la carretera Valladolid.
En el segundo hueco, se propone cierre y continuidad de la tapia, dado que es un vano que conduce a una finca en la que, se supone, debería construirse el nuevo archivo provincial. Pero el Ministerio de Cultura tiene aparcado ese proyecto y la realidad es que carece de sentido.