Los notarios de la meteo

H. Jiménez / Burgos
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Carlos y Gustavo García, padre e hijo, están detrás de renuncio.com, una página web nacida hace 10 años y recién renovada donde se ofrecen datos más completos y más actualizados que los de la Agencia Estatal de Meteorología

En el principio de los tiempos, cuando la velocidad de internet en el centro del pueblo era de tortuga, un modesto pincho de memoria permitió empezar a almacenar datos. Conectado a un ordenador sin altavoces y sin pantalla plana, allí llegaban las mediciones de temperatura, lluvia o viento que generaba la estación meteorológica montada por Gustavo García y su padre Carlos.

Así nació la página www.renuncio.com, que con el paso del tiempo se ha convertido en una referencia para los aficionados al tiempo en Burgos y que, a punto de cumplir 10 años, acaba de renovar su imagen adaptándose mejor a dispositivos móviles. Una media de 1.200 visitas diarias, con récords de 30.000 en los siempre exitosos días de temporales de nieve, avalan el esfuerzo del padre y el hijo que ejercen de notarios de la meteorología.

Lo suyo, ojo, no es la predicción. Eso se lo dejan a los profesionales del ramo. Ellos se dedican a la constatación de los fenómenos naturales, simplemente porque les gusta. En el mes de mayo de 2005 decidieron lanzarse a la aventura y con sus ahorros montaron una estación que luego han ido mejorando y completando. Con ella miden temperatura, humedad, presión, viento, radiación o sensación térmica, y gracias a los conocimientos tecnológicos de Gustavo (ingeniero informático) todo lo vuelcan en tiempo real en la web, actualizada cada cinco minutos.

Si ustedes quieren saber cómo hace realmente en Burgos capital, si tienen que salir de casa con chaqueta, bufanda o sandalias, déjense de otras aplicaciones comerciales diseñadas por empresas nacionales o internacionales con un notable margen de error. Entren en www.renuncio.com/meteorologia/actual, la pantalla se les adaptará a su dispositivo, y ya no podrán borrarla de sus favoritos.

Para celebrar su décimo cumpleaños la página se acaba de renovar por completo y ha incorporado una nueva sección de «meteorología histórica», con la posibilidad de consultar las efemérides (la máxima histórica desde 2005 fueron 37,9 grados en julio de 2006 y la mínima -16,4 en diciembre de 2009)) y dos nuevos apartados de hemeroteca con multitud de datos para consultar qué tiempo hizo un día o un periodo concreto.

Con muchos menos medios que los ministeriales, su web ofrece datos más actualizados y más completos que la de la Agencia Estatal de Meteorología. Y eso es fruto de muchas horas de trabajo, sobre todo de Gustavo, que es quien controla las ‘tripas’ de la aplicación, y de mucho entusiasmo. Cuentan incluso con galerías de fotos de episodios llamativos, como las grandes nevadas de los últimos años.

Su estación está situada en un cerro a las afueras del pueblo de Renuncio, una localidad cercana a Villalbilla, 10 kilómetros al este de la capital burgalesa. De su nombre tomaron el dominio de la página, que también aprovechan para promocionar las fiestas e historia locales, e incluyen una webcam especialmente útil en los días de nieve cuando uno quiere saber cuánto ha caído por aquellos lares.

La estación se encuentra unos 10 metros por debajo de la altitud del observatorio de Villafría (donde se ubica la estación de la AEMET), y la diferencia con las mediciones oficiales del aeropuerto suele estar apenas un grado por encima o por debajo, y un 10% arriba o abajo en cuanto a las precipitaciones, así que es una referencia bastante fiable.

Información sin fronteras

Gustavo relata que «todo esto empezó cuando era muy difícil saber la temperatura o el viento que hacía en tiempo real», tanto que tuvieron que idear una red wifi que conecta los aparatos de medición con el ordenador, un emisor que traslada esos datos hasta el centro del pueblo y otra wifi en su domicilio que es la que se encarga de poner los datos a disposición de todo el planeta.

Carlos, su padre, que durante varios años fue presidente de la Cooperativa Agrícola, se muestra orgulloso de los resultados y relata cómo «hay gente del pueblo que en su día se fue a Madrid o a Barcelona y que todos los días mira qué tal hace en Renuncio». Ellos mismos, confiesan, lo primero que hacen por la mañana es coger el móvil de la mesilla y comprobar cómo está el mundo exterior, además de confirmar periódicamente si la estación y la web van bien.

Les consta que la consultan conductores preocupados por el estado de las carreteras cuando nieva o hiela, hombres y mujeres del tiempo locales y regionales, personal de la Universidad de Burgos y hasta gente de la Agencia Estatal de Meteorología, desde Valladolid (el rastro que dejan los servidores puede ser muy traicionero).

No aspiran a nada más que a convertirse en una referencia de esa legión de ‘Maldonados’, cada vez más numerosa, en la consulta diaria de las condiciones meteorológicas. Ellos regalan su tiempo y el material que han adquirido por la mera satisfacción de ser quienes dan fe pública de lo que sucede en el aire y el suelo en torno a la capital.