El servicio de asesoramiento en eficiencia energética que la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) puso en marcha hace tres años ya ha ayudado a más de 300 empresas a intentar rebajar sus facturas de la luz o el gas, precisamente en una época especialmente complicada.

Según datos que aporta la patronal burgalesa, hasta la semana pasada habían sido exactamente 327 las empresas asesoradas en este tiempo, y los responsables de FAE animan a que los posibles interesados sigan trasladando sus consultas a través de las correspondientes asociaciones sectoriales o bien directamente en las oficinas de la patronal.

Su secretaria general, Emiliana Molero, explica que el papel de la Confederación se centra en poner en contacto a las empresas, sea cual sea su tamaño, con instaladores profesionales de cada sector que son quienes a su vez concretan las posibles medidas de ahorro. A través de la realización de auditorías energéticas buscan optimizar los recursos ya existentes en los negocios o incorporar nuevas medidas que resulten rentables a medio o largo plazo.

El objetivo final es reducir las facturas de la luz o el gas, que habitualmente suponen un notable porcentaje de los gastos fijos de las empresas y cuyos precios se han incrementado notablemente mientras en paralelo descendía la facturación de casi todas las actividades en el contexto de la crisis.

Las medidas suelen conllevar una inversión, «pero los instaladores suelen dar facilidades de pago», explica Molero, y el gasto se acomete siempre tras un estudio que calcula cuándo y en qué medida se rentabilizará.

Dos de los sectores que más se han beneficiado de este tipo de ahorro han sido, hasta el momento, los de guarderías y residencias. Ambas cumplen perfiles similares, pues cuentan con varias habitaciones que hay que calentar o enfriar, cocinas y un número alto de horas de funcionamiento diario.

De hecho la patronal pone como ejemplo paradigmático de la eficacia de las medidas de ahorro el de una guardería ubicada en el barrio de Gamonal. A lo largo de sus años de vida había ido realizando diversas ampliaciones, y con ellas había ido acumulando hasta tres acometidas de luz eléctrica con sus correspondientes contratos. Gracias a su unificación y a otras medidas de ahorro ha logrado rebajar el importe del recibo eléctrico de 1.200 a 400 euros mensuales, tras una inversión de 900 euros.

Convenio en 2013

En la misma línea de buscar el ahorro energético, la FAE firmó en 2013 un convenio de colaboración con Fenie Energía y su representación local, Burgos Energía, para por un lado ofertar la comercialización de la electricidad con precios ventajosos y por otro llevar a cabo el análisis de la facturación y el propio asesoramiento en la eficiencia del consumo.

Cuando la economía era boyante los importes de luz y gas no importaban tanto porque la propia marcha de los negocios los compensaban o incluso llegaban a ocultarlos. Ahora, sin embargo, todo ahorro cuenta.