Desde que en 1999 el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias-ADIF (entonces todavía bajo el paraguas de Renfe) se comprometiera a eliminar el paso a nivel de El Crucero, el proyecto ha pasado por varias fases. Si bien desde hace años el paso inferior está ejecutado, está carente de las conexiones con la N-I y con el propio barrio, ambas necesarias para poder abrirlo, y mientras, el paso a nivel que iba a suprimirse hace más de 15 años sigue abierto.
Las excusas del ADIF para no acometer las obras han sido variadas, y han llegado desde los diferentes colores políticos que ha tenido el Gobierno en estos tres lustros. Pero la última ha generado mucho malestar en el Ayuntamiento, ya que desde el gestor ferroviario se pretendía que el Consistorio asumiese el gasto necesario para hacer la conexión, que ronda los 1,7 millones de euros, o al menos la mitad de este importe.
De todos modos la estrategia no ha colado, y desde la plaza de España se ha emitido un informe de Secretaría con el que la alcaldesa, Aitana Hernando, ha viajado a Madrid. En él, queda claro que es el ADIF el que se comprometió a acometer la supresión del paso a nivel, como también lo hizo con el del polígono de Bayas (ya ejecutado), usando para financiarlo los beneficios logrados por la venta de varias parcelas urbanas en la ciudad que fueron recalificadas tras perder su uso ferroviario.
No le ha quedado más remedio al ADIF que asumir que el proyecto es enteramente de su competencia, pero de nuevo esgrimió ante Hernando la falta de fondos como excusa para no comprometer su ejecución. Y es que explican en el ADIF que las obras de mejora de la accesibilidad de la estación están suponiendo un gasto importante, si bien se trata de unas obras que nada tienen que ver con el citado convenio que planteaba la financiación de los pasos a nivel con las plusvalías logradas por la venta de suelo.
Y el ADIF ha vendido mucho suelo y como consecuencia ha ingresado también mucho dinero, si bien el destino de esos ingresos se desconoce con exactitud y, en especial, si como recoge el convenio se han destinado a proyectos en la ciudad, y más en concreto a los compromisos del convenio. De ahí que se haya solicitado un informe contable sobre lo ingresado y lo invertido por el ADIF en el que la entidad ferroviaria explique cuánto dinero ha ingresado por la venta de terrenos en la ciudad, cuánto y en qué proyectos lo ha invertido, y además defina la cantidad sobrante que hay a día de hoy de esas plusvalías.
No obstante, en el encuentro se logró que el ADIF analice su situación económica y, en especial, que busque fórmulas para lograr la financiación necesaria para acabar la conexión del paso inferior, que lleva pendiente desde el año 2010, cuando se acabó el paso inferior.
Para ello tratará de subastar alguna de las parcelas de su propiedad que aún tiene en la ciudad y con ello obtener liquidez suficiente para acabar la obra de El Crucero, según asegura la alcaldesa que se acordó en la reunión con el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño.
«Escurren el bulto».
El ADIF ha obtenido «el 100% de los aprovechamientos urbanísticos y el Ayuntamiento ha cumplido todos sus compromisos, pero el ADIF no, porque queda pendiente la supresión del paso a nivel de El Crucero ya que el paso inferior no se ha conectado con la N-I», dice la alcaldesa, que valora como un intento de «escurrir el bulto» la estrategia de reintepretar el convenio para hacer que sea el Consistorio el que pague la obra.
Entiende que la obra de mejora de accesibilidad en la estación de tren debe ser con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, y el dinero de la venta del suelo reurbanizado debe ser para lo que dice el convenio.
«De la noche a la mañana han intentado dar otro sentido al convenio que para nada es el real», dice Hernando, al tiempo que mantiene el compromiso de que como Ayuntamiento se asumirá la expropiación de los terrenos necesarios para la actuación. Una obra que contempla un paso elevado sobre la N-I y los correspondientes viales de entrada y salida.