Calor al borde de la extenuación y del delirio; dunas interminables con trampas inimaginables; largos recorridos y dureza extrema. Esto es lo que ha vivido Cristina Gutiérrez durante dos semanas en el Rally Dakar. Condiciones extremas que ha superado con brillantez para finalizar su tercera participación en el Dakar 2019 en el puesto 26 de la general. Muy cerca de su ansiado TOP25, que le estimulan a seguir peleando por sus sueños y esforzándose por seguir siendo la reina del rally más duro del mundo.

A los mandos de su Mitsubishi Eclipse Cross ha disputado etapas memorables, escalando posiciones entre los aguerridos y veteranos pilotos en el desierto de Perú. Estuvo entre los mejores pero una doble rotura de los radiadores en la quinta etapa -la primera maratón- truncaron sus opciones. Sin embargo, la burgalesa no se rindió y siguió peleando día a días hasta concluir en el puesto 26, mejorando sus anteriores participaciones (44ª en 2017 y 38ª en 2018).

El Dakar de este año ha sido atípico al disputarse únicamente en Perú y, por lo tanto, repitiendo los mismos sectores. Ha sido más corto pero mucho más complicado. «Me es difícil decir qué Dakar ha sido más duro porque de un año para otro el cambio con el coche ha sido muy grande, pero sí sé que en algunos momentos hemos sufrido mucho», reconoce Cristina.

La piloto oficial de Mitsubishi España ha exhibido una gran regularidad y destacada pericia a los mandos de su nuevo Eclipse Cross, que le han servido para superar todas las adversidades, además de contar con el apoyo del copiloto Pablo Huete. Cristina Gutiérrez, que sigue haciendo historia y mantiene la vitola de ser la única española en terminar el Dakar en coche, se muestra agradecida a todos sus patrocinadores.