El acta de las sesiones del pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) celebrado la pasada semana y los informes jurídicos que la acompañan desvelan varias claves del futuro próximo de Santa María de Garoña. Los servicios jurídicos del CSN valoraron varias hipótesis, entre ellas que el Ministerio de Industria de vía libre a Nuclenor y le permita solicitar una autorización de explotación válida hasta julio de 2014 para permanecer en situación de parada. En este caso, «en el que existe un límite temporal de un año, -después- solo cabría la solicitud de renovación de la autorización de explotación hasta 2019», indica el regulador.

El CSN basa su limitación en el hecho de que Nuclenor debería presentar un año antes de la fecha de concesión (teóricamente julio de 2014) la solicitud para renovar su autorización hasta 2019. Así pues, Nuclenor debería presentar antes del 6 de julio la misma solicitud que en septiembre pasado decidió no presentar en el plazo que Industria estableció.

El CSN advierte en sus informes que «existe una imposibilidad material» para pedir una renovación de la autorización «más allá de 2019», porque en ese caso, se requeriría a Nuclenor «su presentación tres años antes de la fecha de concesión» y, a priori, Nuclenor solo va a contar con un año de prórroga para mantenerse parada.

El CSN ha valorado una «hipótesis» diferente a la de permanecer un año parada y que también postuló la consejera socialista, Cristina Narbona. Sus servicios jurídicos estiman «viable que, tras haberse declarado el cese de explotación definitiva, el titular solicite una nueva autorización de explotación de la central». De este modo, Nuclenor podría solicitar nueva licencia después del 6 de julio cuando quisiera, sin tener que acogerse a plazos. Eso si, de nuevo el CSN advierte que necesitaría un año para estudiar la documentación relativa a una licencia hasta 2019 y tres para analizar una licencia para una década o que fuera más allá de 2019.

Mientras todo esto se dirime, Garoña permanece parada, porque solo para recargar de nuevo su reactor con combustible, el CSN exige a Nuclenor inversiones de en torno a 100 millones de euros para cuatro modificaciones de diseño o, entre otras cosas, realizar una «inspección de la vasija que permita descartar que el suceso de detección de indicaciones de grietas ocurrido en Doel 3 (Bélgica) sea aplicable a Garoña».

Cuenta atrás

Al margen de las posibilidades, el tiempo se agota. Industria reclamó al CSNque se pronunciara sobre la posibilidad de que «con anterioridad al 1 de junio de 2013, el titular pueda solicitar una nueva autorización de explotación por un nuevo periodo de un año». Eso significa que entre hoy y mañana, el Ministerio de Industria se tendrá que pronunciar y modificar la orden ministerial del pasado junio y Nuclenor presentar su solicitud. En la misma consulta de Industria se indicaba al CSNque «antes del 6 de junio de 2013» se le pediría el «preceptivo informe».

El pasado mes de abril, según consta en los informes del CSN, Nuclenor presentó ante este organismo «el programa de actuación de Santa María de Garoña para los años 2013 a 2017» en un escenario de predesmantelamiento. En él se recogieron «las inversiones y la previsión de recursos humanos y la plantilla de Nuclenor para el año 2012 y su previsión para 2013-2017». Ahora, todas ellas podrían cambiar.