El Consistorio estudia multar con hasta 750 euros a quien escupa o arroje una colilla

J.M.-A.R. / Burgos
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El borrador de la Ordenanza de Limpieza también prohíbe lavar coches en la calle y considera los grafitis una infracción muy grave

El borrador de la ordenanza municipal de Limpieza y Gestión de Residuos en la que trabaja el Ayuntamiento de Burgos contempla sanciones que podrían llegar hasta los 750 euros a aquellas personas que escupan en la calle, que arrojen a la vía pública la colilla de un cigarro o tiren un chicle usado. El documento, que se entregó ayer a los partidos de la oposición para que realicen sus aportaciones y que aún no está aprobado, también recoge otras prohibiciones como la de limpiar el coche en la vía pública. Aquí, advierte además que los agentes de la Policía Local «podrán proceder al decomiso de los útiles con el fin de evitar la comisión de nuevas infracciones».

En el borrador no solo se castiga a quienes ensucien la vía pública, sino que también pueden ser sancionados quienes «extraigan residuos depositados en los elementos de recogida instalados por el Ayuntamiento». Sin ir más lejos, a quien busca ropa o comida en un contenedor.

Otro de los asuntos que ha despertado alguna que otra polémica y que aparece recogido en el borrador es que el Ayuntamiento podrá requerir a los ciudadanos que salgan a limpiar la zona más próxima a sus viviendas o a sus negocios cuando se produzca una nevada. También esta prohibido sacudir la ropa o las alfombras desde las ventanas de las viviendas.

En la ordenanza aparece tipificada como una infracción muy grave realizar pintadas o grafitis y para ello fija sanciones que podrían oscilar entre los 1.500 y los 3.000 euros. Además, se recoge que el coste del servicio por su limpieza se imputará a los autores de las mismas y subsidiariamente, en el caso de menores de edad, a quienes ostenten la patria potestad».

Si bien algunas de estas cuestiones ya estaban recogidas como punibles en la normativa municipal, el borrador de la futura ordenanza también servirá para incorporar otros hábitos que, a partir de su aprobación, podrán ser castigados con una multa. Unas sanciones que también serán actualizadas. En el documento también se recoge cómo ha de ser la limpieza en los espacios públicos y privados, la gestión de los residuos o la labor de inspección o control del Ayuntamiento.

La concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, explico que la idea es aprobar el borrador del texto en Junta de Gobierno y destacó que el objetivo de esta normativa es «preservar nuestro medio ambiente y la calidad de vida de los burgaleses».