Los escándalos de corrupción de PP y PSOE enzarzan a Rajoy y Sánchez

C. ANSÓTEGUI (SPC)-AGENCIAS
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El líder socialista exige al presidente que explique los casos que afectan a su formación y el 'popular' le cuestiona su inhibición con respecto a Griñán y Chaves en 'los ERE de Andalucía'

Los escándalos de corrupción de PP y PSOE enzarzan a Rajoy y Sánchez - Foto: ANDREA COMAS

Un día después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidiera perdón a los españoles por los casos de corrupción, populares y socialistas subrayaron ayer que, ante un tema tan sensible para la ciudadanía, no podían caer en el «y tú mas». Sin embargo, la realidad vivida en el Congreso de los Diputados fue bien distinta.

Así, el primero en atacar con más contundencia que nunca fue el líder del PSOE, Pedro Sánchez quien afirmó que el jefe del Ejecutivo está «asediado» por el fraude político y le instó a ser «contundente e implacable» cesando a quienes estén implicados en una causa judicial, sin esperar a que, al igual que Rodrigo Rato, se den de baja de forma voluntaria.

Sin embargo, ese argumento le vino como un guante a Rajoy, que aprovechó la intervención de su rival para cuestionar al dirigente de Ferraz por qué no ha actuado con Chaves o Griñán: «¿Le ha dicho usted a los expresidente del PSOE que se vayan? ¿Y en el caso de los ERE no le deja Susana Díaz que tome medidas?».

No fue la única acusación que el presidente dio la vuelta para atacar al líder de los socialistas. Así, Sánchez exigió al popular que explique los escándalos de corrupción que afecten a su partido, aunque le pidió que lo haga «con detalle y sin lágrimas de cocodrilo». Además, le animó a continuar con el «rito» del perdón, es decir, que haga «examen de conciencia, propósito de enmienda y penitencia». «Yo al menos me disculpé y di explicaciones. Usted ni una cosa ni otra. ¿Qué pasa, que no tiene que dar explicaciones ni disculparse por nada usted señor Sánchez?», enfatizó el jefe del Ejecutivo.

A pesar de la tensión, alimentada además por los portavoces de los grupos que se emplearon con una dureza inusual, el máximo dirigente del PP tendió la mano al PSOE y al resto de partidos del arco parlamentario para alcanzar un acuerdo sobre las dos leyes que el Gobierno ha llevado al Congreso para regenerar la democracia. Un ofrecimiento que mantiene, a pesar de que los socialistas abandonasen las negociaciones tras el estallido de la Operación Púnica y la imputación de Ángel Acebes en el caso Bárcenas. «Tenemos que encontrar soluciones y se puede hacer si hay buena voluntad por parte de todos. Pero no pueden demorarse porque algo hay que hacer» contra los corruptos», resaltó.

Y es que, según el presidente del Ejecutivo, es importante no dar una imagen de «un país sumido totalmente en la corrupción».

Pleno monográfico. Las intervenciones de Rajoy no convencieron a la oposición, que insiste en la celebración de un pleno monográfico sobre corrupción el próximo miércoles. «Más explicaciones y menos disculpas», apuntaron los grupos políticos.

Sin embargo, fuentes del Gobierno mantuvieron que el inquilino de la Moncloa ya se ha pronunciado en el Congreso y en el Senado, y «no ven motivo» para convocar una sesión que verse únicamente sobre este asunto. Asimismo, aseguraron que se está dejando actuar a la justicia con «libertad», y que no hay precedentes de una actuación «tan ejemplar».