4,7 millones del Urban se deben invertir en 14 meses o la subvención se perderá

Á.M./ Burgos
-

Dinero de la UE. Hay que dedicar casi 11.000 euros diarios a programas y obras de los fondos Feder concedidos en el año 2008

Restauración de la antigua estación. 2.802.000 euros (por invertir). - Foto: Patricia

En junio de 2008, Burgos arrancó al Ministerio de Economía y Hacienda un pedazo de los fondos Feder de la UE concedidos para ser destinados a la regeneración urbana de las ciudades en su más amplia expresión (dotaciones, nuevas tecnologías, acción social, medio ambiente...). Lo logró a la tercera (y última) convocatoria del denominado Plan Urban y supuso el acceso a 8.220.548 euros, que a su vez suponían el 80% de lo que se debía invertir (10.275.685), siguiendo así el criterio europeo de que los municipios complementen con sus propios recursos la ayuda que reciben de Bruselas.

Atendiendo a esas condiciones, también se estipuló un límite para proceder a la inversión del dinero o, de lo contrario, los fondos no dedicados a lo prometido regresarían a las arcas de la Unión. Ese límite fue diciembre de 2013, pero Burgos, como otras ciudades, no cumplió. El Ministerio concedió una prórroga que, ahora sí, es sagrada: todo lo que no esté justificado a 31 de diciembre de 2015 tendrá que ser devuelto.

Hasta la fecha se han ejecutado inversiones por valor de 5.653.983 euros, lo que significa que hay 432 días para gastar otros 4.693.990 euros. O lo que es igual, hay que dedicar a proyectos Urban casi 11.000 euros diarios hasta finales del 2015 para no tener que devolver dinero a la UE. Es el Plan Estratégico quien, a cambio de cobrar anualmente la denominada ‘encomienda de gestión’, dirige el gasto del dinero Urban, así que nos ceñimos a los datos que allí se manejan bajo la tutorización del concejal de Cultura, Fernando Gómez, que reconoce el plazo actual como «absolutamente improrrogable».

De lo que se hizo...

El epígrafe que más dinero ha recibido hasta la fecha es el de ‘mejora del medio ambiente urbano’. En la rehabilitación de espacios públicos (partida ya agotada) se han invertido más de 4 millones; 1,1 en el parque Venerables, 2,4 en La Isla, 236.000 euros en el paseo Fuentecillas y 288.000 en la peatonalización de la calle Santander.

Para la mejora de espacios verdes se reservaron 163.655 euros, de los que se han ejecutado 14.900 (no se especifica en qué) y quedan 148.755 consignados para la «instalación de un parque de cuerdas para recorridos acrobáticos en el parque del Castillo». Por último, se han dedicado 38.880 euros a la «realización de estudios de contaminación acústica al objeto de adecuar la gestión de las actividades y tráfico».

El segundo ámbito en el que más se ha invertido es acción social, concretamente 786.000 euros. 292.000 fueron gestionados por Equalbur en la Oficina de Oportunidades Laborales, mientras que 494.000 se han dedicado a rehabilitar el edificio de los antiguos juzgados en calle San Juan, que pronto se convertirá en el sexto centro cívico de la ciudad. Quedan por ejecutar 60.000 euros.

La tercera partida más relevante hasta la fecha ha sido la de los gastos de gestión: 411.207 euros se han dedicado a pagar al Plan Estratégico durante estos años. En cuarto lugar figuran las actuaciones en materia de empleo con 140.000 euros invertidos en dos programas: 50.000 se invirtieron en la Oficina de Transferencia de Negocios (relevo generacional en negocios del centro histórico) y 90.000 en los programas de la Cámara para implantar en empresas la responsabilidad social. Quedan 56.000 para líneas de ayuda a comercios del centro en materia medioambiental e igualdad de oportunidades.

El quinto puesto lo ocupan las infraestructuras culturales, pero se da la circunstancia de que es el concepto en el que más dinero falta por invertir. De hecho, restan millones por ejecutar. Por ahora se han sufragado «servicios de consultoría sobre equipamientos y programación cultural», para lo que aún así quedan otros 70.900 euros. ¿Y el resto?

A lo que está por hacer

Pues hay dos grandes partidas reservadas. Una irá a la cobertura del Monasterio de San Juan, actualmente en proceso de licitación después de haber recibido más de 20 ofertas para hacerse con la obra. El coste de licitación es cercano a 1,9 millones, de los que 1.335.253 pertenecen al Urban. El plazo de ejecución previsto es de seis meses, así que no parece que el límite temporal vaya a constituir un problema.

Otra historia es la que afecta a la rehabilitación de la vieja estación de tren. El coste estimado es de 2,8 millones y Urban aportará la totalidad del dinero, según el documento que maneja el Plan Estratégico. En este caso, el plazo de ejecución de las obras es de un año y todavía no se ha resuelto el concurso público que determinará quién las ejecuta.

En materia de comercio se reservaron 119.000 euros, de los que se han invertido 83.900 en campañas de promoción y dinamización y quedan 35.100 por gastar. Nada queda en lo relativo al fomento de las Nuevas Tecnologías. Los 72.100 euros de este objetivo se han ejecutado en dotar de wifi a distintos edificios y espacios públicos.

Y, por último, el capítulo de mejora de la movilidad, que dedica todo su presupuesto, 113.866 euros a un único proyecto: «La instalación de un intercambiador de líneas de transporte público». Esta posibilidad se viene barruntando desde el génesis del Urban, pero ha ido menguando conforme pasaban los años y pasó de una poco menos que estación de buses urbanos al aire libre en plaza de España a la mejora de la parada más frecuentada de Burgos: la que gobierna la línea de Gamonal al comienzo de la avenida del Arlanzón.

En este caso, explica Gómez, el proyecto para reordenar, adaptar y mejorar la ‘dársena’ está siendo elaborado por los técnicos municipales. «Una de las cosas que nos preocupa, por ejemplo, es qué hacer con la pared de Luis Sáez (con vidrios incrustados) que hay allí; todavía no sabemos si integrarla en el nuevo intercambiador o trasladarla a otro lugar», señala el concejal. Termine como termine, el punto final a la historia del Urban hay que escribirlo dentro de 14 meses. Ni uno más.