La concejala arandina de Cultura, Celia Bombín, aseguraba contundentemente la pasada semana que el Centro de Recepción de Visitantes proyectado por el Ayuntamiento   junto a la iglesia de Santa María «estará listo» para Las Edades del Hombre, la exposición de arte sacro que  se inaugurará en mayo de 2014, y todo indica que, salvo imprevistos, podrá será una realidad.

La operación para edificar el solar del número 17 de la plaza de Santa María, donde el Consistorio había adquirido el 42% de la propiedad bajo el objetivo de matar dos pájaros de un tiro: desbloquear  la construcción en ese suelo en el que se alza un muro blasonado que Patrimonio impide desmontar afeando el entorno del principal monumento de la localidad enquistada desde 2002 por los problemas de multipropiedad y dotarse de un céntrico local, había estado a punto de venirse al traste.

Si inicialmente se había interesado por el proyecto la firma Evolution CHR Company, SL, vinculada a la constructora ribereña Hermanos Riesgo, finalmente se   descolgó al descartarse la posibilidad de llevar a cabo, como se había propuesto, una construcción integral en toda la zona, anexionando también el solar colindante, que en su día albergó Lanas Castilla y se extiende desde el edificio del pub La Traviesa, sobre la bodega de la peña El Niño de la Capea, hasta el inmueble de la calle Santa Ana en el que se encuentra  el bar La Buhardilla, ante los problemas surgidos para  recibir el visto bueno de todos los herederos, algunos de los cuales no han podido ser localizados.

Sin embargo, según ha sabido DB, un nuevo promotor se ha cruzado en el camino del Ayuntamiento y va a desarrollar esta actuación asumiendo la construcción exclusivamente del solar delimitado por el muro blasonado. Se trata de la firma Marcos Cardeñosa S.L., al parecer recientemente constituida, que se ha comprometido a permutar al Ayuntamiento el 42% de su participación por un local de 70 m2 en el bajo del edificio, respetando así la pretensión inicial  municipal y el acuerdo que se había alcanzado con Hermanos Riesgo, habiendo  firmado también ya un contrato con el propietario restante.

Los promotores, que prevén vender los pisos que se van a construir en el edificio, se van a reservar una parte del inmueble para montar un restaurante y una tienda de productos gourmet.