Aunque hace una semana los resultados de las pruebas fueron satisfactorios, en la nueva medición se han detectado variaciones que hacen desaconsejar el baño. El control y vigilancia de estas aguas lo realiza el Servicio Territorial de Sanidad, cuyos técnicos toman muestras para su análisis y determinación de la calidad. Las muestras permiten analizar el cumplimiento de los valores paramétricos de enterococos intestinales y de escherichia coli fijados por la Consejería de Sanidad de la Junta en función de los riesgos existentes para la salud de los bañistas. La aptitud de las aguas para el baño depende de las inspecciones visuales y de las muestras realizadas. En el primer caso se valora la transparencia del agua y la existencia de contaminación o por la presencia de materias flotantes, sustancias tensioactivas, restos orgánicos o por cualquier otro residuo u organismo.

Durante la campaña de baño de 2013, en cada una de las dos playas autorizadas de la provincia de Burgos se realizaron 17 inspecciones visuales rutinarias (8 en el ‘embalse de Arija’ y 9 en ‘Río Arlanzón Burgos’) y tomas de muestras de agua en las zonas de baño. En el embalse de Arija todas ellas dieron como resultado apta para el baño, mientras que en la zona de Fuente Prior tres muestras dieron la calificación de no aptas.

Las épocas con mayores restricciones por la calidad del agua se suelen concentrar en las fechas en las que los termómetros marcan las mayores temperaturas, debido a que el calor favorece la proliferación de bacterias.