Tardan 12 horas en extinguir el incendio de 3 casas en Cillaperlata

C.M. / Cillaperlata
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Demora en la llegada de efectivos. Los vecinos se quejan de que los bomberos de Miranda llegaron dos horas después de iniciarse el fuego. Los primeros en actuar fueron los voluntarios de Oña y Medina de Pomar, pero no tenían medios suficientes

Vista del estado en el que quedaron las casas afectadas por el incendio, situadas en los números 27, 29 y 31 de la calle Mayor de esta localidad. - Foto: Jesús J. Matías

Si la madrugada del domingo fue tensa y larga para los vecinos de la pequeña localidad de Cillaperlata, la mañana no fue más tranquila. Los bomberos no lograron extinguir el incendio de tres casas, que se originó al filo de la medianoche, hasta pasado el mediodía.

El operativo desplegado, en el que participaron agentes voluntarios de Oña y Medina de Pomar y profesionales del parque de Miranda de Ebro, logró apagar las llamas pasadas las ocho de la mañana, pero posteriormente otro equipo fue a relevarles y trabajó hasta las 12 para extinguirlo en su totalidad y que no quedara ningún rescoldo.

La virulencia del fuego, que se originó pasadas las once y media de la noche en el número 31 de la calle Mayor, se propagó rápidamente a las viviendas de los números 29 y 27 y también quemó los enseres que se guardaban en un garaje colindante. Un vecino observó llamas en el tejado de una de las casas y empezó a dar la voz de alarma. En ese momento, todo el pueblo empezó a movilizarse. Sacaron las mangueras, las conectaron al depósito y se subieron a tejados de edificios próximos para intentar apagar el fuego, pero los esfuerzos fueron en vano. Las llamas seguían avanzando a las casas de al lado y el nerviosismo y la desesperación iban en aumento.

Los pivotes de este puente impidieron llegar al camión escala desde Palazuelos y dio un rodeo.Los pivotes de este puente impidieron llegar al camión escala desde Palazuelos y dio un rodeo. - Foto: Jesús J. Matías Algunos testigos aseguraban ayer que llegaron a temer que todo el pueblo se incendiara porque la mayoría de las edificaciones tienen mucha madera, lo que hace que las llamas se propaguen más rápido. La sala de operaciones del Servicio de Emergencias 112 recibió el aviso a las 23.51 horas y alertó a los bomberos voluntarios de Oña y Medina de Pomar, que se personaron en la localidad en poco menos de una hora y empezaron a refrigerar las viviendas. Sobre las 0.25 horas se alertó también al parque de Miranda de Ebro, dado el alcance de las llamas.

Según confirmó el concejal de Seguridad Ciudadana de Miranda, Joaquín Muñoz, el operativo, compuesto por dos camiones -uno escala y otro con una bomba de agua- y cinco bomberos, tardó en llegar hasta la pequeña localidad, situada a cinco kilómetros de Trespaderne, unos 50 minutos. Sin embargo, tuvo que dar un gran rodeo para entrar en el pueblo desde Palazuelos porque la dimensión de los vehículos impidió que se pudiera atravesar el puente sobre el río Ebro, propiedad de Iberdrola, al tener unos pivotes que no dejan pasar. Esta situación les hizo perder otra media hora. Además, las calles del pueblo son muy estrechas, lo que complicó el despliegue de los medios. «Cuando llegaron los bomberos de Miranda el incendio estaba muy avanzado, pero gracias al camión escala pudieron atacar el fuego desde arriba. El tejado ya estaba destrozado y trataron de que no se propagara más», apuntó el edil.

Críticas vecinales

Los vecinos se mostraron ayer muy críticos por el retraso en la llegada de los equipos de extinción, especialmente el de los profesionales, y exigieron responsabilidades.

Luis Mariano Gilsanz, el propietario de la casa en la que se originó el incendio, se encontraba en el salón viendo la televisión y se percató de que había un fuerte olor a humo, momento en el que se fue la luz de la vivienda. Alarmado, subió a la primera planta donde se encontraba su esposa, que estaba dormida, cogió dos extintores e intentó apagar las llamas, pero todos los esfuerzos fueron inútiles. En el intento sufrió quemaduras en las manos, brazos y cara, mientras que su mujer sufrió una crisis de ansiedad.

El hombre fue tratado de sus quemaduras en el Hospital Santiago Apóstol de Miranda, al igual que uno de los bomberos que trabajó en la extinción como consecuencia de la inhalación de humo. Ambos fueron dados de alta.

Por el momento, se desconocen las causas que provocaron el incendio, que se determinarán tras los informes que realicen los Bomberos de Miranda y la Guardia Civil. Los primeros indicios apuntaban a la chimenea, al iniciarse el fuego en el tejado, pero al parecer en ese momento se encontraba apagada.