El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) de Burgos, Miguel Ángel Benavente, estimó hoy que entre 1.500 y 2.000 empleos de empresas auxiliares de la multinacional Campofrío están “en riesgo” hasta que se levante la nueva planta de la industria cárnica a finales de 2016.

Benavente realizó este cálculo teniendo en cuenta que por cada empleo directo de Campofrío se mueve entre tres y cinco empleos indirectos. “Es algo que preocupa a FAE”, reconoció. Por ello, puso en valor el reciente convenio de colaboración firmado con el presidente del Grupo Campofrío, Pedro Ballvé, por el que la patronal se comprometió a apoyar a la firma agroalimetaria así como a sus empresas auxiliares, y ésta a contratar, en la medida de lo posible, a empresas burgalesas para la construcción de la nueva planta. Hasta la fecha, dijo, se han adherido al acuerdo un total de 38 asociaciones.

“Nos preocupa la situación de esas empresas auxiliares que en estos casi dos años se paralizarán y se engancharán a la tractora, que es Campofrío”, expuso. Benavente ofreció un desayuno de trabajo, acompañado del comité ejecutivo de la patronal burgalesa, para realizar balance de los proyectos llevados a cabo durante el año y avanzar los principales objetivos de la organización ante 2015.

La CEOE y las pautas a seguir por el Gobierno. El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales también consideró hoy que la CEOE “tiene que empezar a marcar las pautas a seguir por el Gobierno”, tras la reelección ayer al frente de la patronal española de Juan Rosell durante los próximos cuatro años.

En este sentido, afirmó: “Tiene que empezar otra vez a ser el piloto o faro de gobierno porque en estos tres años venimos de una crisis importante, hemos hecho todos (ciudadanos y empresas) muchos esfuerzos pero hay que hacer políticas que favorezcan más al tejido empresarial”.