El Grupo Antolín ha dado un salto de gigante tras el acuerdo alcanzado con la multinacional canadiense Magna Internacional para adquirir su división de interiores, una operación que el mercado cifra en cerca de 500 millones de euros, que convierte a la compañía dela familia Antolín en el tercer proveedor global de interiores para el automóvil y que, por extensión, refuerza el peso industrial de Burgos como central mundial del Grupo.
La compra, que se completará en el tercer trimestre del año tras ser autorizada por las autoridades de competencia de varios países (entre ellos Estados Unidos), duplica el tamaño actual de Antolín, cuyas ventas superarán los 4.000 millones de euros; y su plantilla, más de 27.000 empleados. Su presencia se extiende a 27 países con una red de 161 fábricas.
La compañía explicó que la operación gestada en los últimos meses -ya adelantada en estas páginas- es una oportunidad estratégica para afianzar su liderazgo tecnológico; reforzar y diversificar su presencia internacional, especialmente en Europa (desembarca en Austria y Hungría), Norteamérica y Asia;y «profundizar y expandir sus relaciones comerciales al configurar un amplio y equilibrado portfolio de clientes».
«Estamos muy satisfechos de haber encontrado la oportunidad de adquirir un negocio tan complementario con el nuestro. Además, esta operación nos permite desempeñar un papel consolidador en el sector del interior del automóvil y responder a las demandas del mercado. Seremos más competitivos por capacidad tecnológica y una mayor capacidad de generación de economías de escala», señaló ayer Ernesto Antolín, que afronta este proceso de crecimiento pocos meses después de asumir la presidencia.
Los cerca de 500 millones de euros (525 millones de dólares)en los que el mercado valora esta adquisición han sido financiados por Deustche Bank y el pool de bancos que trabajan con Antolín.
Complementariedad
Desde la dirección se subrayaba la adquisición de Magna Interiors es una gran oportunidad por las complementariedad de negocios de ambas compañías, que no requerirán de grandes ajustes para unir su actividad. Además de aumentar de tamaño, la burgalesa incorpora a su portfolio de productos (puertas, techos, asientos e iluminación) los paneles de instrumentos del automóvil, que no fabricaba. Asimismo, se hace con tecnología clave para su área de puertas. También refuerza su relación con clientes clave como Jaguar, Land Rover, BMW, Mercedes, Audi, Porche o General Motors.
Magna, por su parte, afirmó que la transacción engloba a 36 instalaciones productivas y a 12.000 trabajadores situados en Europa, Asia y Norteamérica y resaltó que dicha división cerró 2014 con unos ingresos de 2.285 millones de euros. Su consejero delegado, Don Walker, afirmó que «estamos muy satisfechos de haber alcanzado un acuerdo con una compañía sólida que creemos que pasará a estar muy bien posicionada globalmente en el negocio de los interiores de automóvil».
Por otro lado, MCA-UGT se congratuló por esta adquisición «que desmuestra que somos capaces de competir y convertirnos en referente mundial».