Campofrío alcanzará las 101.000 toneladas de producción anuales en su nueva fábrica de La Bureba, donde se elaborará una gama similar de productos cárnicos (hasta 300 diferentes) que dieron la fama y el prestigio nacional y europeo al complejo destruido, y donde volverán a trabajar a finales del año 2016, tal y como está acordado, la misma plantilla que se vio afectada por las llamas aquel fatídico 16 de noviembre de 2014.Según se puede interpretar del anteproyecto de la nueva fábrica que hoy conocerán los representantes de los trabajadores, los responsables del Ayuntamiento y el conjunto de la sociedad burgalesa, Campofrío renace de sus cenizas en el mismo lugar y restituyendo la capacidad productiva destruida por el fuego, tal y como se comprometió desde el primer momento su presidente, Pedro Ballvé, pero con la dura lección muy bien aprendida.Si bien la nueva planta no diferirá sustancialmente en tamaño, imagen y capacidades de la anterior, sí incorporará las medidas de seguridad «más punteras del sector» tanto en su estructura arquitectónica como en sus diferentes procesos de producción. Todo enfocado a que no se vuelva a repetir un episodio como el vivido hace cinco meses.A la seguridad unirá la apuesta por la calidad, incorporando las más exigentes certificaciones del sector en este campo, que afectan a todo el proceso de elaboración de productos, la trazabilidad del mismo, la gestión de residuos, entre otros ámbitos.Además del uso intensivo de la luz natural en todo el complejo y la gestión avanzada de la energía, el interior incorporará, entre otras novedades, los últimos avances tecnológicos y sistemas de monitorización en tiempo real de los procesos, cambios en los que se va a formar a la plantilla en los próximos meses para facilitar su reincorporación a la actividad con la mayor normalidad posible.AnteproyectoLa multinacional, que hoy revelará los detalles concretos de sus planes en el polígono de Gamonal, que ya han sido supervisados por el Colegio de Ingenieros Industriales, puntualiza que el anteproyecto que hoy se conocerá puede sufrir modificaciones hasta que se coloque la primera piedra y den comienzo las obras, un momento uqe confían en que se produzca "en el mes de julio", ha asegurado esta mañana Ignacio González, CEO de Campofrío. Sí es firme el compromiso de tener la fábrica terminada y operativa a finales de 2016, coincidiendo con la finalización del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afecta a 774 trabajadores.La presentación del anteproyecto de la nueva planta coincide con la fase final del desescombro de las ruinas que dejó el incendio. En la parcela afectada solo queda en pie el edificio de la sala de máquinas, que al estar aislado del resto del complejo pudo salvarse de las llamas, lo que permitió la reanudación de la actividad de la planta aledaña de Jamones Burgaleses días después del siniestro. En este inmueble también se conservan las instalaciones de cogeneración de la antigua fábrica.El trabajo que han presentado esta mañana los directores generales de Campofrío Food Group, Fernando Valdés, y de Campofrío España, Ignacio González, además del director de Ingeniería, Benito Tapiador, es la conclusión de los varios proyectos que se han barajado en torno a Burgos y que incluso plantearon la construcción de dos plantas en la ciudad, en La Bureba y Villalonquéjar, e incluso se habló de un edificio con una planta subterránea.Finalmente se ha optado por el mismo emplazamiento, reforzando además los vínculos productivos con el matadero de Carnes Selectas, instalación clave en los últimos meses para recuperar la capacidad productiva perdida, con Jamones Burgaleses y con el Centro de Producto Terminado de la Aduana de Villafría, entre otras instalaciones. Cuatro sectores.En la rueda de prensa de presentación del proyecto, donde se ha establecido julio como inicio de las obras si la tramitación así lo permite, se ha cifrado en 215 millones de euros la inversión a realziar en dos años y se ha asegurado que la planta se estructurará en 4 sectores.