Burgos pierde en una década al 30% de sus autónomos más veteranos

J.M. / Burgos
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En 2004 había 17.200 profesionales por cuenta propia con una experiencia de más de 5 años. Hoy quedan 12.200. La crisis ha provocado una renovación en la que conviven los nuevos éxitos con los fracasos

La crisis económica, que relanzó los cierres de negocios y que combina nuevas aperturas que siguen adelante con otras que mueren en el intento, ha cambiado la cara de muchos autónomos de la provincia de Burgos. En el último lustro  han sido 19.109 los que se han dado de baja y 18.453 las altas y de una década a esta parte lo que más se ha notado es una merma en el número de los que más experiencia acumulaban. En 2004 había 17.207 personas físicas en este régimen de la Seguridad Social con más de 5 años de antigüedad y ahora, a fecha 31 de diciembre, la cifra se ha reducido hasta los 12.270. Es decir, 4.937 menos.

Si bien es cierto que el volumen total de autónomos que cotizan como personas físicas (que no trabajan para una sociedad) se ha reducido a todos los niveles, no es menos cierto que la crisis ha producido una importante renovación.

La presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Castilla y León (ATA) y secretaria general de la Federación Nacional, Soraya Mayo, diferencia dos tipos de comportamientos durante estos años. Entre finales de 2007 o principios de 2008 y 2011, la crisis «no hizo que el trabajo como autónomo fuera un refugio para quienes habían perdido su puesto de trabajo». Algo que, tal y como explica, sí había ocurrido tradicionalmente en otras épocas similares. Algunos de los nuevos desempleados pensaban en «aprovechar los dos años de paro y en que ya habría tiempo para buscar trabajo después». Pero eso no ocurrió.

Tras esa parálisis, que se tradujo en una importante pérdida de autónomos y en una caída importante de las altas, Mayo explica que desde 2012 se ha iniciado una segunda fase en la que han repuntado las altas y los desempleados han visto en la apertura de un negocio una oportunidad laboral. En 2011 las altas fueron 3.818 y al término de 2014 la cifra se había elevado hasta las 4.949. Un 29,6% más.

De ese impulso por emprender, la presidenta de ATA explica que «siempre ha existido» el éxito y el fracaso en los nuevos negocios, pero que ha habido dos sectores donde más se ha notado la aparición de «kamikazes» en los últimos años. Fundamentalmente «en la hostelería y el comercio. Ha habido quien se pensaba que con saber poner una caña sabía llevar un bar». De estos saltos al vacío, culpa a «un sistema educativo preparado para ser trabajador por cuenta ajena y no propia». Pero pese a estos casos, destaca que el nivel se ha incrementado en los últimos años ya que si «antes eran mayoritariamente personas con estudios de secundaria» los que se lanzaban a emprender, «ahora muchos son universitarios».

Otro de los problemas que se han presentado en estos años y que antes no emergían, por un consumo muy dinámico, es el que ha afectado al comercio tradicional regentado por personas de  edad avanzada. Su gran error, tal y como detalla, que no se han  sumado a las nuevas tecnologías, «porque no han sabido o porque no han querido» y que no han realizado inversiones para renovar su local. En muchos casos, autónomos que tienen «55 o 57 años, a los que les faltan 10 para jubilarse», y que prácticamente se dedican «a cambiar dinero». Subsisten «en ocasiones con su propio patrimonio o con sueldos que no dan para vivir». Aguantan, añade, porque «están esperando a la jubilación».

Aunque no en la misma medida que las altas, las bajas de autónomos (tanto de los que trabajan para ellos mismos como los que lo hacen para una sociedad) también han crecido de finales de 2011 a 31 de diciembre de 2014. En el primero de estos años nacieron 4.317 autónomos y en el último 4.798 . Un 11,1% más. Aquí se incluyen desde los negocios que se han visto abocados al cierre, las jubilaciones, las defunciones y también los profesionales de este régimen que han dejado de colaborar con empresas.

 Mayo explica que «la crisis se ha llevado por delante muchísimas empresas y destaca que con estos niveles de paro, aunque «hemos saltado el precipicio y olvidado los rescates, la intervención o la prima de riesgo, no se puede hablar de ella en pasado». Recalca que ha hecho especial daño «al sector de la construcción, en el comercio y, aunque en menor medida, a la hostelería».

A pesar de las dificultades, en ATA comentan que cada vez gana más peso este modelo en el mercado laboral ya que hay estudios que prevén que en el futuro «dos de cada tres nuevos empleos estarán protagonizados por autónomos». En la actualidad, los 28.773 burgaleses que están en este régimen son menos que los 28.930 que había en 2011 aunque superan en poco más de un centenar a los 28.622 de 2013.

 

René Deschamps, empresario y conferenciante

«Al español le cuesta emprender porque no le gusta hacer el ridículo»

El empresario René Deschamps, ponente esta semana en el encuentro de innovadores Techday60 que se organizan periódicamente en e salón de actos de la Fundación Cajacírculo, no lo ha tenido fácil para emprender en el país que ahora le acoge. Este ciudadano belga, que al poco tiempo de nacer se vino a España a vivir y que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el extranjero, regresó a la península en el momento en que estalló la crisis. Quiso montar un negocio y se encontró, no con los problemas burocráticos, con los españoles.

Deschamps achaca al carácter mediterráneo los problemas con los que se topó . «Los españoles solo ven la peseta ahora y no el duro más adelante. Tienen una visión cortoplacista». Cuenta cómo se le marchó primero un socio, luego otro, otro... «Tuve que tirar la toalla».

Este emprendedor de 40 años, licenciado en Ciencias Políticas y fundador de la empresa interactiva OX2, que «vendí por una cifra de siete números» (no da más pistas), detalla que en España, de la que destaca su «calidad de vida» y su «gastronomía», ha sufrido «una época franquista paternalista, con un mercado muy rígido en el que nadie quería emprender». Lamenta que «no se valore lanzarte por tu cuenta, tomar riesgos... Al español no le gusta exponerse a hacer el ridículo». Y pone como ejemplo de ese carácter que «no se atreven a hablar en inglés por miedo a cometer errores»:

Deschamps Otamendi califica de «vergüenza ajena» que un país como España tenga un salario medio tan bajo y lo compara con los «40.000 euros» anuales que se cobran en Bélgica. Culpa a los españoles de ser muchas veces los que «estigmatizan el fracaso y lo estimulan. La envidia es el peor defecto de este país». «Por eso hay tanto programa del corazón. Me he quedado alucinado tanto a nivel profesional como familiar».

Creador de la teoría del Empresario Lego Vs Playmobil, explica que existen dos tipos de personas en los negocios. El primero sería el creador y el segundo se asemeja más a un gestor. España habría estado siempre más cerca de este último ya que ha valorado siempre «ser funcionario, trabajar en una multinacional». Es decir, ha buscado la tranquilidad y evitar los riesgos.

Una mentalidad que también explica que está cambiado. Otra cosa es si la situación le ha obligado a ello.