La 'margaritapreciosa' volvió a su casa

I.M.L. / Aranda
-

La Cofradía de la Virgen de las Viñas celebra el 50 aniversario del regreso de la patrona arandina a su ermita, después de siete meses de 'exilio' a causa del incendio del templo

 
La Virgen de las Viñas, advocación mariana venerada como la patrona de la capital ribereña, o la ‘Margarita Preciosa’, como también se la conoce por tierras arandinas de manera cariñosa, solo ha salido de su ermita en dos ocasiones, que se tenga constancia. Una durante la Guerra Civil, para permanecer a buen recaudo entre sus devotos, y tras el incendio que el 26 de agosto arrasó el tejado del templo y del que se salvó la talla gracias al coraje y valentía de algunos arandinos. Tras las obras de reconstrucción de los daños, la patrona arandina regresaba a su casa el 4 de abril de 1965, y ahora, medio siglo después, se conmemora este feliz hecho, para el que contribuyeron con aportaciones económicas y su trabajo muchos arandinos que hicieron posible que la ermita fuera el lugar adecuado para devolver a su inquilina.
La Cofradía de la Virgen de las Viñas ha querido acercar esta conmemoración a todos los arandinos con una exposición que se puede ver estos días en una de las salas de exposiciones de la Casa de Cultura de Aranda donde, además de muchas fotos curiosas del incendio y, sobre todo, de la procesión solemne de regreso de la talla a la ermita, hay algunos documentos históricos y detalles inéditos.
Aquellos que se acerquen a esta muestra pueden entretenerse en buscar dos imágenes en las que el Mediquín aparece con sombrero de gentilhombre, leer el acta de los libros de la cofradía en la que se relata la celebración del 4 de abril de 1965 o el listado de las aportaciones del pueblo devoto para las obras del templo. Además se exponen por primera vez algunos restos del fatídico incendio: un trozo de campana y unas cuentas de cristal de una lámpara. Junto estos detalles, la cofradía ha realizado un detallado reportaje fotográfico de los daños que aún se pueden ver los relieves del retablo y otro de la capilla subterránea, aún sin inaugurar, y la talla que se está culminando de la imagen de la Virgen de las Viñas antes de su mutilación para vestirla.
A la inauguración de esta muestra le siguió una conferencia de Jesús López Sobrino en la que hizo un relato pormenorizado de la continua presencia de la patrona arandina en la historia de la capital ribereña. En su repaso por los distintos hitos del devenir de la milagrosa imagen en tierras arandinas, López Sobrino destacaba el milagro de la curación del entonces príncipe Felipe, que llegaría al trono como Felipe IV, cuando estaba en Aranda con su madre, Margarita de Austria, y su padre Felipe III, enfermando de unas fiebres malignas.
 
de paseo con la virgen. Para seguir rememorando el regreso de la patrona arandina a su ermita hace medio siglo, las calles de Aranda volvieron a acoger ayer una procesión, en esta ocasión con la talla que se usa en la ofrenda floral durante las Fiestas Patronales, que discurrió entre el atrio de Santa María y la ermita de la Virgen de las Viñas, acompañada por la Asociación de Dulzainas y Tambores Villa de Aranda y que hizo un alto en el camino junto al Humilladero para cantar la salve pidiendo la intercesión de la milagrosa imagen por los enfermos.
Ya en el templo, se celebró una misa solemne, presidida por el obispo arandino Raúl Berzosa, impulsor de estos actos de conmemoración, que contó con el Grupo de Cámara Gaudium para interpretar los cantos litúrgicos. Con una ermita llena de devotos, como suele ser habitual en las grandes ocasiones, la ceremonia finalizó con un multitudinario besamanto, acto que solo se realiza en momentos puntuales, como la novena previa al Día de la Función.