La Junta premia la trayectoria del musicólogo Fernández de la Cuesta

I.L.H. / Burgos
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Reconoce al burgalés con el Premio de Restauración y Conservación del Patrimonio 2014 por «su labor de investigación de la música medieval y renacentista» y por la constante dedicación a la difusión del canto gregoriano

«Cuando vine a Estados Unidos por el éxito que habíamos tenido con el canto gregoriano de los monjes de Silos tuve que explicar que aquello no era pop. Ahora, pese a lo que se ha dicho, falta todavía por contar cómo nace y se desarrolla el gregoriano, que fue un proceso más largo de lo que se creía». Ismael Fernández de la Cuesta es uno de los máximos exponentes de la música gregoriana de la que, como él nos aclara desde Nueva York, aún hay mucho que decir. El músico de Neila prepara un disco-libro, La catedral sonora, en el que dará a conocer sus últimas investigaciones sobre la música medieval y este tipo de canto.

Esa «constante dedicación a la difusión del canto gregoriano» es una de la facetas que ha destacado el jurado que acaba de concederle el Premio Castilla y León de Restauración y Conservación del Patrimonio 2014, que enumera su trabajo en estos temas «primero desde la abadía de Santo Domingo de Silos, después desde su cátedra de música antigua en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y también con el coro que dirige desde 1994». El galardón le reconoce «su brillante trayectoria en el campo de la musicología y, en especial, su labor de investigación de la música medieval y renacentista».

Desde el otro lado del Atlántico, el musicólogo burgalés mostró a DB su «sorpresa con mayúsculas» y una «gran emoción» por poder sentirse profeta en su tierra: «La verdad es que siempre lo he sido. Siempre he sentido el cariño y la consideración de Burgos, que es mi sitio, y de Castilla y León».

El director del Coro de Canto Gregoriano está aprovechando su estancia en la Gran Manzana por motivos personales para consultar el legado que de Federico Olmeda conserva la Hispanic Society de Nueva York: «Aquí está toda su obra y la recopilación que hizo de piezas antiguas. Al autor del Cancionero se le ha estudiado, pero no lo suficiente. Aquí hay incluso manuscritos medievales».

Además del disco-libro que prepara sobre el gregoriano, Fernández de la Cuesta trabaja también sobre la teoría musical del ritmo en Occidente a través del músico burgalés Francisco Salinas.

Al margen de la teoría, en la práctica tiene un concierto programado para el 6 de julio en Bilbao, pero de momento no tiene nada en Burgos: «Las audiciones musicales en vivo han decaído mucho y como no tenemos mánager, ni queremos tenerlo, vamos a aquellos sitios que nos gustan. Porque somos profesionales -todos somos músicos-, pero no vivimos del coro», añade quien hizo del gregoriano un súper ventas.

Ismael Fernández de la Cuesta adelantará su regreso a España para estar el miércoles recibiendo el galardón. Junto a él estarán otros dos burgaleses:Amaya Arzuaga (de las Artes) y Juan Andrés Oria de Rueda (Medio Ambiente).