En el cibermundo, charlando de las cosas de la vida

A.G. / Burgos
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El V Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales arrancó ayer con un muestrario de lo que la conectividad puede aportar en asuntos como las aficiones, la ciencia, la cosmética, la cocina o la moda

@ ciencia

# La ciencia en red puede ayudar a blindarse contra la manipulación

Internet es un campo tan bueno, o quizás mejor, que cualquier otro para que los vendepeines de toda la vida anuncien sus métodos para frenar el envejecimiento o para curar el cáncer esnifando un limón. Por suerte hay un nutrido grupo de profesionales del periodismo, de la sanidad, de la ciencia que lo saben y están trabajando para, desde las redes, ponerle coto a estos desmanes y a otros de menor calado pero que también abusan de la bondad de la gente y de su ignorancia en cuestiones científicas y técnicas. La catedrática de Matemáticas de la Universidad de Sevilla Clara Grima no lo pudo decir más claro: «En los medios de comunicación no hay una gráfica bien hecha. Todo el rato nos la cuelan con las estadísticas».

En este punto, Antonio Martínez Ron, editor de ciencia en Vozpópuli, precisó que a lo que se refería Grima era a una manipulación pura y dura. Ambos participaron en una mesa redonda sobre la divulgación de la ciencia en las redes sociales acompañados por Fernando Fernández, director de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de la Sociedad Española de Cardiología, y por Marta Borruel, jefa de gabinete del departamento de Salud del Gobierno de Navarra. El primero  apuntó que para los investigadores divulgar sus artículos biomédicos en redes sociales es «un salto de calidad» porque puede interactuar con otros colegas. Por su parte, Borruel indicó que para divulgar sobre salud hay que hacerlo con un cuidado extremo y teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las personas enfermas  que, en muchas ocasiones, buscan información sobre su mal, algo que no todos los sanitarios entienden ni llevan demasiado bien, al parecer.

Todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que las claves para hablar de ciencia en internet es hacerlo disfrutando, con rigor,  teniendo en cuenta al receptor de los mensajes y sus necesidades y «evitando el postureo que se ha democratizado con la ayuda de las redes sociales», en palabras de Martínez Ron.

@ aventura

# A falta de conexión con el Nepal, buenos son el guacamole y el arroz con leche

El plan era perfecto. Como el montañero Carlos Soria está de expedición en Nepal y el cocinero Jordi Roca, del restaurante el Celler de Can Roca (Girona) venía de invitado al congreso en Burgos, no podía haber nada mejor que marcarse una conversación sobre aventura, gastronomía y redes sociales a través de ordenador y todo, en el marco de iRedes. Pues no pudo ser. A las primeras de cambio falló la conexión y la tecnología puntera fue sustituida por una charla de las de toda la vida con  quien iba a desempeñar el papel de moderador. Suerte que Roca, elegido el mejor repostero del mundo, es un tipo que tiene cosas que contar y que, además, lo hace con gracia. Así que explicó anécdotas de su viaje al campamento base del Annapurna (que, por cierto, es el nombre de la diosa de la comida y la cocina, que lo dice Wikipedia) como que preparó un helado a temperatura ambiente y que se llevó comida deshidratada para que los montañeros pudieran disfrutar de buenos guisos caseros solo con deshacer diferentes sobres en agua caliente.

Y como una imagen, de momento, vale más que mil tuits allí sacó una tortilla de patatas, un jarrete guisado, guacamole y arroz con leche en formato ‘disecado’ que recobraron su forma, textura y aspecto natural tras la pertinente ducha. El público que subió al escenario y probó los bocados contó que estaban exquisitos. Natural.

Más tarde, se pasó un vídeo que había grabado Carlos, el septuagenario y valiente montañero chafado por la mala conexión en el que saludaba a la afición y se dolía de no haber podido estar en iRedes y Jordi Roca contó -para algo estaba en un congreso de redes sociales- que en el campamento base una vez al día tenían wifi y en ese momento aprovechaba para contactar con la familia y los amigos a través de Instagram y Twitter. 

@ belleza

# Boquitas pintadas... que reflotan negocios ruinosos

La cosa es así de simple y de enjundiosa, a la vez. Una mujer se hace una trenza o se pinta los labios o se pone una falda o  prueba una exfoliante, lo cuenta  por escrito o en un vídeo, lo cuelga en internet y automáticamente miles de mujeres se colocan esa trenza, eligen ese color de barra, la misma falda e idéntica crema. Tan intenso es el fenómeno, que muchas veces faltan de los estantes estos productos por el tirón de la demanda. ¿Quienes son ellas y cuál es su secreto? A la primera pregunta es fácil contestar; a la segunda, no.

Se les llama prescriptoras de belleza y moda y ayer se sentaron en iRedes para hablar del fenómeno que representan. La benjamina, Malú Müller, una estudiante de Periodismo a la que siguen en Youtube 13.000 personas solo por ver (y copiar) cómo se viste, explicó que empezó en esta aventura porque los profesores le instaron en clase a que comenzara a expresarse por cualquier vía. Isabel Llano, Isasaweis en el mundo virtual, era una profesora con mucho tiempo libre que un día se hizo un moño con un calcetín, lo grabó y el mundo se volvió loco. Cinco años y medio después cuenta su vida en redes sociales: lo que se pone, cómo se arregla, lo monos que son sus niños y lo que cocina. Por cierto, que acaba de publicar un libro de recetas que se ha agotado en los puntos de venta, un ejemplo que le puso a Malú Müller para rebatirle una de las grandes frases que se oyeron ayer en iRedes: «El papel está muerto... pero es muy bonito». Isasaweis (que, al parecer, reflotó un laboratorio de capa caída al recomendar una de sus cremas) se asombra de su impacto aún hoy porque ,  por lo visto, le habla a la cámara «como si lo estuviera haciendo con una amiga». Les acompañaron la también bloguera Susana García, de The Beauty Blog y la directora de márquetin digital de L’Orèal, Eva Rodríguez, que no se olvidó se comentar la vinculación emocional de la empresa francesa de cosmética con Burgos: «Ahora mismo seguro que hay una mujer en Japón lavándose el pelo con un champú que se ha fabricado aquí».