Los estudiantes universitarios ya están hasta el gorro de que desaparezcan sus bicicletas y las autoridades académicas no hagan nada para impedirlo. En el año 2008 la UBU anunció que tomaría medidas para evitar los robos, pero han pasado cinco años y no ha instalado un solo dispositivo. Hasta tal punto que los alumnos de la Escuela Politécnica Superior del campus del Vena han ideado sus propios sistemas de grabación para captar a los ladrones y poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. Y es que durante el curso son sustraídas al menos cuatro bicicletas al mes -una a la semana- en las escuelas donde se estudian las ingenierías mecánica, electrónica, informática y organización industrial.
Los alumnos se van a movilizar en los próximos días para presionar a la UBU para que tome medidas al respecto. El próximo viernes, señala el presidente Consejo de Representantes de la Escuela Politécnica Superior (Creps), Javier López, los estudiantes van a introducir sus bicicletas en el vestíbulo del edificio universitario y las van a encadenar para expresar su indignación con la inacción de las autoridades académicas.
Llevan quejándose varios meses ante el director de la Escuela Politécnica, «pero se desentiende y hace oídos sordos». Exigen la instalación de cámaras de videovigilancia con dos propósitos. El primero, disuadir a los ladrones de actuar en las instalaciones universitarias y sus aledaños. Y, el segundo, contar con una prueba que presentar ante el juez para que éste condene a los ladrones. «Solo de este modo conseguiremos que los robos al menos disminuyan», señala el propio López.
Hasta tal punto ha llegado el enfado de los estudiantes, que un grupo de ellos instalaron un modesto equipo de vigilancia en el campus del Vena para sorprender in franganti a los cacos. Y lo consiguieron. De hecho, el archivo digital ya se encuentra en manos de la Policía Nacional para que practique las diligencias oportunas.
En el año 2008 los estudiantes de la Universidad ya denunciaron la proliferación de robos de bicicletas y la dirección de la UBU se comprometió a tomar medidas, entre ellas la de colocar cámaras en los aparcamientos. Han pasado 5 años y no ha colocado ninguna. Según los estudiantes, en la Facultad de Humanidades sí que hay pero son simuladas.
La mayoría de los robos se producen en las inmediaciones de los edificios universitarios, en el caso de aquellas bicis cuyos dueños no encuentran sitio en las bancadas ‘oficiales’ y encadenan sus vehículos a las verjas, farolas o árboles. En este sentido, los estudiantes también piden que se incremente el número de aparcamientos de bicicletas. Pero en otras ocasiones, como la semana pasada, «la bici que robaron no se encontraba a la vista de quien pasea por la calle y, aun así, se la llevaron», lamenta López. La mayor parte de los robos suceden por las tardes, «en especial a partir del cambio de hora, porque anochece antes y los ladrones se refugian en la oscuridad».