«Me ha costado, pero ahora puedo decir con orgullo que soy escritora»

F.V.R. / Miranda
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María Belén Fernández ha publicado dos libros desde 2010. - Foto: F.V.R.

Su primer libro, La Leyenda de Aranday va por su segunda edición y podría convertirse en película, mientras que El último sedenario es la segunda parte de una trilogía y llega con un trailer-book. La mirandesa María Belén Fernández Hernández presentará el próximo día 14 su último trabajo en Miranda para compartir esta nueva aventura con amigos y familiares. A punto de ser abuela por primera vez, DB refleja las vivencias de una mujer que se atrevió a cambiar su vida a los 50 y que procura transmitir amor, compañerismo y solidaridad en sus historias.

S uele confesar que ha pasado años ‘encerrada’ en casa y que ahora su agenda está abarrotada de citas. Las mañanas continúan siendo sagradas porque trabaja desde hace 35 años como docente de niños con necesidades educativas especiales, en Vitoria, y antes lo hizo en Bilbao con niños sordos. En los últimos dos años, María Belén Fernández ha publicado La Leyenda de Aranday, El último sedenario -que acaba de ser presentado-, ha formado una asociación para promocionar la literaria y el cine fantástico y de terror y una pequeña productora de cine. Todo un ejemplo de tenacidad.

Al final, ¿se impuso la saga?

Sí, pero se trata de historias independientes, porque a mí no me gusta esperar hasta el tercer libro para saber lo que va a pasar. Serán tres partes de un todo y aunque la historia comienza con Aranday, los libros pueden leerse de forma independiente.

En El último sedenario ha dado un salto generacional...

Sí, porque me adelanto a unas edades más adultas y hay temas amorosos. Me ha costado más escribirlo. Al principio creí que sería aún más complicado, porque está escrito en primera persona y he tenido que sumergirme en la piel de un joven de 24 años.

Al igual que con Aranday, otra leyenda, otro mundo fantástico, nuevos nombres Al estilo J.R.R. Tolkien y héroes que no soñaron nunca con serlo...

Es una novela de aventura, de acción, con unos jóvenes que se han atrevido a pensar que otro mundo es posible, aunque para ello deban luchar contra un imperio. Y sí que es cierto que, aunque Oden, el protagonista, nunca lo imaginó sí que se convierte en una pieza clave de la revolución.

En dos años ha presentado dos libros, ¿a ritmo de los escritores de best sellers?

[Risas] Sí, ojalá... pero es cierto que cuando estaba escribiendo la Leyenda de Aranday ya me habían surgido personajes para este segundo libro, solo que eran tan diferentes, que pensaba que formarían parte de otra novela y no de esta trilogía.

¿Se siente sorprendida por todo lo que ha pasado?

Completamente, porque el primer libro lo escribí como un reto personal, con eso de a ver si soy capaz de. De hecho, con los nombres, como no imaginé que podría ni tan siquiera publicarlo, creo que hasta me pasé tres pueblos[risas]. Ahora, aunque los nombres y los mundos forman parte de mi imaginación, he procurado que sean más fáciles de pronunciar.

Coincidirá en que este es un momento propicio tanto para las sagas como para los autores.

Eso es verdad, la gente se atreve con los grandes escritores y con otro que no son conocidos. Es más, La Leyenda de Aranday estuvo en 2011 como uno de los 10 libros más vendidos de Álava, eso era inimaginable para mí.

 ¿Ya se cree escritora?

[Risas] Me ha costado, sí, pero ahora ya puedo decir, con orgullo, que soy profesora y escritora.

Y, además, receptiva...

De eso se trata. Es más en este último libro, dejo una dirección de correo electrónico para que los lectores me escriban y me den su opinión sobre lo que les ha parecido o lo que cambiarían.

¿Qué piensa su familia?

Creo que están un poco alucinados, porque de repente dos libros, un tercero, la productora de cine... pero están orgullosos.

¿Es un nuevo comienzo para María Belén?

Sí, y aunque en algunos momentos me digo tendría que haber empezado antes, creo que antes no tenía la madurez que tengo ahora y eso es, supongo, lo que le me ha permitido escribir algo de la calidad que, pienso, tienen estos dos libros.