«Eucharistia y El Greco son los dos acontecimientos culturales del año»

I.M.L. / Aranda de Duero
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Gonzalo Jiménez, secretario general de Las Edades del Hombre - Foto: Diario de Burgos

Este sacerdote tiene varios pueblos asignados en el valle abulense de Amblés, pero ha sido profesor «en muchos lugares y en casi todos los niveles del sistema educativo», porque no en vano es doctor en Filosofía por varias universidades, cuenta con una veintena de libros escritos, de literatura infantil y teatro. Fue director durante 15 años de la obra social de Caja Ávila, ha formado parte desde su inicio de la Fundación del Patrimonio de Castilla y León, presidió su comisión ejecutiva y lleva cerca de tres años haciéndose cargo de la Fundación Las Edades del Hombre. 

 

 
En el poco tiempo que lleva comandando como secretario general la Fundación de Las Edades del Hombre, a penas tres años, es el que cuenta con la media más elevada en lo que a organización de exposiciones se refiere, hasta un total de tres: la mitad de Medina del Campo y Medina de Rioseco, Arévalo, Oña y ahora Aranda de Duero. En estos días, se encuentra inmerso en la vorágine de los últimos retoques de la muestra Eucharistia, para que todo esté listo para su inauguración oficial.
¿Podemos decir ya que la exposición arandina está culminada o le restan los detalles finales?
Estamos en ello, hay que trabajar todos los días y aún nos quedan pendientes muchas cosas, sobre todo porque ahora vamos muchos más al detalle, esos detalles que luego no son percibidos por el gran público, pero por nosotros sí. Estás mucho más atento a los detalles y nos podemos pasar una mañana entera revisando las gráficas, que es lo último que se pone; lo último que se hace es regular las luces, después claro de enmoquetar y colocar las cartelas y la señalética. Esas son las cosas que se dejan para el final.
¿Qué es lo más costoso a la hora de montar una exposición de estas características?
Partiendo del principio, el tema nos vino dado en este caso por el propio Arzobispado de Burgos y su delegado de Patrimonio, teniendo en cuenta las características de la ciudad que acoge la muestra. Una vez que lo tenemos, hay que hacer un pequeño bosquejo y una imagen. Con el pequeño guión esbozado y la imagen, comenzamos a buscar las obras que nos van a permitir desarrollar el tema que queremos, porque no olvidemos que una de las grandezas de Las Edades del Hombre es el haber sido capaces de, a través de las obras de arte, hacer una reflexión en torno a uno de los fundamentos de la fe católica.
Tanto es así, que se puede afirmar que estas exposiciones son a la sociedad actual como el arte a los pueblos analfabetos, por el fuerte componente didáctico que tienen.
Evidentemente, el arte surge para narrar historias y siempre ha tenido esa función de mostrar, de enseñar, de adoctrinar en el fondo también; es un medio para exponer las ideas y cuando no existía la posibilidad de la lectura, para eso está el arte.
Por sus experiencias anteriores, ¿el montaje de esta muestra arandina les ha causado más o menos problemas que en citas anteriores?
En cuanto a la exposición, ninguna ha funcionado como el resto porque cada muestra es única y depende de la propia organización de Las Edades y no hemos tenido ningún problema.
¿Las iglesias de Santa María y de San Juan, por su arquitectura e infraestructura, son fáciles o difíciles para trabajar en ellas?
Son fáciles porque son espacios amplios y son muy bellas, tienen muchos elementos que van a ser vistos, más allá de sus fachadas, como las balaustradas y las yeserías platerescas de Santa María, son para caerse, junto con el retablo que vertebra la iglesia. 
Sin embargo, en esta edición se ha tenido que enfrentar a los obstáculos que surgieron en el ámbito del Ayuntamiento arandino a la hora de apoyar el proyecto que había ideado.
Nosotros no tenemos problemas con nadie, pero la cuestión es que si te prometen una cosa y te dicen que hagas una programa para una determinada magnitud de exposición y luego la institución que te ha impulsado a hacer eso se echa para atrás, ese es el problema, no hay ninguna otra historia.
¿Peligró la celebración de la muestra de arte sacro?
La exposición como tal no peligró, la sede de San Juan sí, evidentemente.
¿Qué habríamos perdido los arandinos y visitantes de no contar con estas dos sedes?
Hubiéramos perdido mucho, porque tal y como teníamos concebida la exposición en aquel momento, que es como al final se ha montado, tenía un desarrollo amplio que no habríamos podido ver. Además, la actuación en el entorno no se habría llevado a cabo. Un proyecto que nosotros teníamos previsto llevarla más allá de la calle de San Juan y el mirador, pero parece ser que era aconsejable que por otros acontecimientos multitudinarios que se desarrollan en Aranda, como el Festival Sonorama o las fiestas patronales, centrarlo en un lugar para proteger mejor la propia obra que se ha instalado en la calle, ya que obligaría a redoblar la seguridad o a retirarlas en momentos determinados, y unas obras de dos toneladas no es fácil instalarlas o desinstalarlas para unos días.
Volviendo al contenido de la muestra, si tuviese que elegir de todo el catálogo de la exposición las tres mejores piezas a modo de podium, ¿con cuáles se quedaría?
No sé, sinceramente, eso me produce un problema, porque hay tantas piezas que no sabría. Sí puedo decir que hay una que para mí es de especial interés, un San Juan de la catedral de Burgos, una pieza bellísima, no muy grande, hasta el punto que hemos elegido esa pieza para que protagonice el sello conmemorativo del 25 aniversario de Las Edades del Hombre. Pero es muy difícil entre 125 piezas elegir solo tres, me vienen muchas a la cabeza, podría decir 50. Además, nosotros no elegimos las piezas por valor estrictamente estético o artístico, sino porque ellas nos van a permitir tejer el relato que queremos contar, incluso no nos hemos ceñido al arte clásico, sino que hemos introducido piezas de arte contemporáneo.
El listado de obras que se van a poder ver en las dos iglesias arandinas abarcan varios siglos de Historia del Arte Sacro e, incluso, se ha tenido en cuenta una visión más actual de los conceptos teológicos que se pretenden trasladar.
Hemos pedido a artistas concretos que nos trabajaran unas obras y el espectador yo creo que se va a admirar de cómo la estética aborda un mismo tema desde perspectivas completamente diversas. Hemos contado con nombres como Antonio López, Carmen Lafont, Daniel Quintero, Eduardo Palacios, que es el que hace el cartel, Florencio Galindo, Víctor Ochoa, Vela Zanetti o Carmelo de la Fuente. Por ejemplo, de Antonio López hemos elegido su primer dibujo del natural, hecho a los 13 años, es un dibujo de una jarra y pan, que estará en el primer capítulo que nosotros dedicamos al pan cotidiano, el pan de cada día, es decir, cómo los elementos cotidianos se convierten en el cristianismo en el cuerpo y la sangre de Cristo. 
La oferta artística del interior de los templos se ha completado con una serie de obras en el entorno de las dos iglesias. ¿Guardan relación de alguna manera con el discurso expositivo?
No, la exposición de la calle no tiene nada que ver en cuanto a temática con lo que es la edición que se desarrolla solo y exclusivamente en las dos iglesias. La exposición en calle va a contribuir a crear un espacio, si cabe, mucho más potente, para que la salida a la calle fuera siempre acompañada de otras obras de arte que convierten a todo ese espacio en un referente cultural yo creo que de primera magnitud durante los seis o siete meses que va a estar la muestra. Posiblemente, en estos momentos solo haya un acontecimiento similar que es el que se desarrolla en Toledo con El Greco, igual que sucediera el año pasado con Dalí y Credo, son muestras que marcan este tipo de actividad.
¿Estos grandes nombres pueden llegar a eclipsar a otras obras que puedan tener mayor calidad, incluso?
No creo. La gente, aunque no tenga conocimiento de arte en cuanto a estilos, técnicas o autores sí que tiene algo que tenemos todos, que es una sensibilidad y una apreciación por la estética, por lo bello. No sabrá si ha costado más o menos, si técnicamente es mejor o peor, lo que no cabe duda es que esa obra le va a expresar un sentimiento, un momento, una situación que tiene que ver con la eucaristía. Eso lo va a percibir cualquier persona, incluso de cualquier edad, me atrevo a decir. Por poner un ejemplo, para identificar los autores de muchas obras hay que acercarse a la cartela y leerla, como en el caso del cuadro de Soroya, La primera comunión de Carmen Magariños. Es una obra de 1896 pero no responde a los cánones de Soroya que estamos habituados, del movimiento, del color, es una obra mucho más academicista y es temprana, por lo que no se identifica con la idea que tenemos del autor. La gente, en este tipo de exposiciones mira lo que hay y si encaja con el relato que trae y si le gusta la pieza. 
Más allá del valor artístico de la muestra, ¿qué pretende trasladar la Fundación de Las Edades del Hombre?
Lo que deseamos enormemente es que los visitantes de esta edición salgan con una idea clara del amor de Dios y disfrute de la belleza humana expresada en las obras de arte. Eso es lo que a mí personalmente como responsable me gustaría que pudiéramos ver en esta exposición: el amor de Dios al hombre y la belleza humana. Y que los arandinos y la gente de la Ribera se sientan orgullosos de acoger una edición de Las Edades del Hombre, con eso nosotros nos daríamos por pagado.
Para el que sea su primera visita a una exposición de Las Edades del Hombre, ¿qué podemos recomendarle? ¿Cómo deberían acercarse a la muestra?
Hay dos visitantes tipo de Las Edades del Hombre: aquel que busca un conjunto de obras que no es fácil ver del patrimonio histórico y religioso de Castilla y León si no es a través de una muestra de Las Edades, y aquel que busca una reflexión alrededor del tema que hemos elegido y que contamos a través de las imágenes. Aquellos que acudan por primera vez a una exposición estoy seguro de que lo harán desde una de estas dos posturas.
 
«Es una edición muy potente, sólida y con innovación técnica»
 
 
Con el reloj de la cuenta atrás corriendo sin remedio hacia las 11:30 horas del próximo martes, momento fijado para la inauguración oficial de Eucharistia, los detalles de último momento son los que más preocupan a los responsables de la misma.
¿Está satisfecho personalmente con el resultado de la exposición?
Si, sin duda. Se trata de una exposición sólida, bien armada, con el suficiente espacio para que el relato sea sosegado, con una buena dosis de innovación de técnica expositiva. Yo personalmente estoy muy satisfecho, como valoración objetiva creo que es una edición muy potente, aunque inevitablemente en estos momentos estoy pensando que eso no lo teníamos que haber puesto ahí o que aquello lo podíamos haber cambiado, ese tipo de cosas que suceden con todo lo que se va a estrenar. 
¿Aranda está ya preparada?
Pues yo todavía no he visto cartelerías para guiar a los visitantes. En cuanto a lo que es limpieza viaria y arreglo de calles, yo creo que se ha hecho un esfuerzo a la hora de adecentar sobre todo el entorno más inmediato a estos templos, incluso el propio paseo del río, toda esa zona ha quedado muy bonita y agradable. En ese sentido está bien, pero no sé cuando van a poner la señalética, es lo único que me sorprende que a estas alturas no se haya ninguna señal que oriente a la gente. 
Pero las nuevas tecnologías estas presentes también para poder suplir esta carencia inicial, como la aplicación que se ha elaborado desde la Fundación.
Eso es cierto, nosotros hemos creado una aplicación que se llama ‘Las Edades’, que se puede descargar de manera gratuita tanto para IOS como para Android, en la que tiene, entre otras cosas, la ciudad de Aranda y los servicios fundamentales que tiene, con las zonas de aparcamiento. Todo ello con los sistemas de geolocalización, la realidad aumentada y todas estas cosas que hoy se manejan tanto y que van a facilitar mucho que cualquier personas, de cualquier lugar, que si se baja esa aplicación puede llegar perfectamente al parking más próximo dependiendo de la entrada que coja de Aranda.