La parroquia de Rioseco, de la que es responsable Juan Miguel Gutiérrez, y el programa educativo Salvemos Rioseco promovido por el IES Merindades de Castilla de Villarcayo siguen dando pasos para que el magnífico monasterio cisterciense no caiga en el olvido ni en el abandono. El pasado verano se celebró con gran éxito la primera semana de voluntariado, en la que trabajaron 81 personas y dejaron la iglesia en perfecto estado de revista. Este año, se volverá a repetir la semana del voluntariado, del 6 al 12 de agosto, pero por primera vez, todos los fines de semana, desde el 30 de junio hasta el 26 de agosto, se llevará a cabo el programa ‘Abrimos Rioseco’ y el monasterio contará con guías voluntarios que atenderán a los visitantes. Les mostrarán las dependencias seguras del cenobio: iglesia, claustro, sala capitular y cilla (antiguo almacén de alimentos excavado en la roca) y les explicarán la historia del monasterio en una visita que durará entre 45 y 60 minutos.

Ya son doce los voluntarios que están preparados para atender a los visitantes del monasterio de 12 a 14 y de 18 a 20 horas los sábados y domingos. Son personas vinculadas a la parroquia y profesores y alumnos del instituto de Villarcayo. A los visitantes se les cobrará una cantidad simbólica de uno o dos euros que irán destinados a sufragar la rehabilitación del monasterio y a cambio recibirán una tarjeta con una reproducción del monasterio e información de los lugares que visitarán.

Para abrir la temporada del monasterio, el próximo domingo, la minibanda de música de Villarcayo, que dirige David Grijalba, ofrecerá un concierto en el monasterio, a las cinco de la tarde. La entrada será gratuita. Pero el día con mayor número de propuestas culturales será el 12 de agosto, en que se cerrará la semana del voluntariado. Comenzará con un concierto del grupo Fetén Fetén, compuesto por Diego Galaz y Jorge Arribas, y contará con una exposición del fotógrafo Alberto Uyarra que permitirá comparar el antes y el después del monasterio gracias a las labores de recuperación realizadas en él. Una comida solidaria; un concierto de música medieval, aún por concretar; la presentación del libro de cuentos Nika y el monasterio, escrito por Noelia Llópez y con ilustraciones de Laura Ibáñez; la escenificación del cuento;y una misa cerrarán la jornada.

Mientras tanto, la parroquia prepara la ejecución de las obras de limpieza del claustro y consolidación de los arcos del mismo que son contiguos a la sala capitular. Estas obras son necesarias antes de afrontar la construcción de la cubierta de la sala capitular, según explica Gutiérrez Pulgar. Asimismo, la parroquia está a la espera de una ayuda del Ceder Merindades para instalar un cierre perimetral alrededor del monasterio y así evitar expolios como los que ha venido sufriendo. Mientras, el voluntariado en agosto se centrará en el claustro, en arreglar el suelo de la sala capitular, en levantar los muros de la entrada y, si hay suficiente volumen de personas, se tratará de limpiar la traída del agua que baja del monte al monasterio.