Un paso de gigante contra el cáncer de mama

Carmen Ansótegui (SPC)
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Un procedimiento con imunoterapia logra curar por primera vez un tumor de pecho en una paciente en la que habían fracasado previamente todas las líneas posibles de tratamiento

Una inmunoterapia abre la puerta a una posible cura de un tipo de cáncer de mama. Según publicó hace unos días la revista Nature Medicine, con este tratamiento se ha conseguido hacer desaparecer el tumor de pecho de una paciente que, tras fracasar todas las líneas de tratamiento convencionales, había desarrollado metástasis en el tórax y el hígado. 

Hace años que se investigan los efectos de distintas inmunoterapias en tumores, pero mientras sí se han obtenido resultados positivos en cánceres como el de pulmón, no se habían producido hasta ahora grandes avances en mama. En este caso se probó la inmunoterapia celular adoptiva, que consiste en tomar muestras de linfocitos que sí son capaces de detectar el patógeno. Se extraen así del paciente y se cultivan en el laboratorio para aumentar su capacidad de destruir las células malignas. Posteriormente se devuelven al paciente, ayudando a su sistema inmune a combatir la enfermedad. 

«Es algo inusual encontrarte con la desaparición total del tumor», subraya Laura García Estévez, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama de MD Anderson Cancer Center Madrid, quien apunta que ahora hay que seguir investigando porque todavía es pronto para pensar que su éxito puede extenderse a otros casos, ya que tan solo ha funcionado en una persona con un tipo de tumor concreto. 

La afectada partía de un cáncer de mama luminal (el más común) en estadio avanzado y, tras fracasar otras líneas de tratamiento, había desarrollado metástasis en el tórax y el hígado. La sorpresa ha sido mayor por el tipo de dolencia, ya que se cree que la inmunoterapia es más efectiva en los tumores de pecho de tipo triple negativo.

Según explica Pedro Sánchez, jefe de la Unidad de Oncología del Complejo Hospitalario de Jaén, se abre así «una nueva vía» de tratamiento a desarrollar. Y es que el fármaco tan solo se ha testado en la paciente durante dos años aproximadamente y se desconoce si podría generar alguna resistencia con el tiempo, haciendo que el tumor reaparezca. 

buscar la garantía. Por otra parte, debe estudiarse con mayor profundidad el tipo de paciente que puede beneficiarse de esta terapia. Para ello, tendrán que encontrar los biomarcadores que garanticen que vaya a tener éxito en un grupo de afectadas. Este aspecto será clave, ya que actualmente esta línea de tratamientos es muy costosa. No obstante, los expertos se muestran optimistas confiando en que el precio se vaya reduciendo con el tiempo. 

La paciente que ha formado parte de este proyecto pionero accedió al tratamiento al participar en Estados Unidos en un ensayo clínico que, por el momento, no está en marcha en España. De manera que ahora mismo, no hay modo de optar a esta inmunoterapia en nuestro país. En este sentido, la doctora García, insiste en la importancia de que las pacientes con cáncer de mama sean tratadas en centros especializados en este tipo de carcinoma y en los que puedan formar parte de distintas investigaciones, ya que se trata del único modo de que tengan acceso a medicamentos que todavía no han sido aprobados por las autoridades sanitarias, pero que pueden ser clave. 

Vías de investigación. Esta experta también hace hincapié en que más allá del «boom de la inmunoterapia» existen otro tipo de tratamientos para esta alteración que están resultando «muy efectivos», como son, por ejemplo, los inhibidores de ciclinas. Y es que, tal y como se concluyó recientemente en RAGMA18, la cita científica de referencia en España de este tumor, pocos cánceres han acumulado tantos avances en los últimos años como el de mama. 

Por su parte, Pedro Sánchez apunta en este sentido que «en los últimos años hemos asistido a un desarrollo espectacular de nuevos tratamientos mucho más potentes que podemos utilizar de una manera cada vez más individualizada», y que es gracias a estos cambios por lo que en España «la supervivencia global de los tumores mamarios a los cinco años del diagnóstico de la enfermedad supere el 80 por ciento». 

Por ello, critica la falta de inversión en investigación en el país, donde tan solo se dedica un 0,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la media de los territorios que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se sitúa entorno al 2 por ciento. Considera que el objetivo nacional a corto plazo debería alcanzar el 1,7, cifra «alcanzable» aunque no sea «de un día para otro».