Unos son alumnos veteranos, de últimos cursos de grado, máster o doctorado, y otros investigadores de la UBU. En el primer caso, sus ideas, materializadas a través de los proyectos de fin de estudios, han dado un paso más allá del papel o de una presentación digital convirtiéndose en prototipos que afianzan las posibilidades de su futura aplicación en el mercado. En el segundo, sus trabajos están más avanzados, a punto de saltar la barrera que les separa de la sociedad o la empresa.
Todos ellos recibieron ayer el reconocimiento y el apoyo económico de la institución académica al haber sido merecedores de los programas Prueba Concepto y Prototipos orientados al mercado, con los que se quiere visibilizar la investigación local y fomentar la transferencia de conocimiento. Las dos convocatorias suman 76.000 euros en total, que en esta edición se han repartido entre 15 proyectos. La correspondiente a este año, que se resolverá antes de que acabe el curso está abierta hasta el próximo 18 de marzo.
El estudiante portugués de doctorado Hugo Silva forma parte de uno de los nueve grupos de trabajo que han sido distinguidos en la modalidad Prueba Concepto, la de mayor cuantía y a la que pueden concurrir alumnos y investigadores con trabajos que ya han obtenido sus primeros resultados. Su proyecto consiste en la creación de una muñequera que incluye un sensor capaz de analizar los niveles de ácido láctico por el sudor de quien la lleva puesta. Su público objetivo serán los deportistas, ya este componente orgánico es necesario para producir energía pero si se superan determinadas concentraciones el rendimiento cae. La novedad de este dispositivo es que hasta ahora solo se podían medir los niveles de lactato mediante un análisis de sangre. Por el momento, las pruebas realizadas dan resultados favorables.
También es optimista el profesor Justo Ruiz Calvo, de la Politécnica del Vena, en relación con el proyecto que ha desarrollado uno de sus alumnos, que ayer no pudo asistir a la entrega de premios, le corresponden 6.000 euros de la convocatoria de Prototipos, al encontrarse fuera de España. David Barriocanal, de Ingeniería Mecánica, ha ideado una novedosa prótesis para aplicar a las personas que padecen acondroplasia, más conocido como enanismo.
Ruiz Calvo explica que los sistemas actuales resultan «muy dolorosos», obligando al paciente a estar durante mucho tiempo en reposo. La prótesis diseñada es progresiva y autoportante. Es decir, que «va creciendo en el propio organismo y soporta la carga del cuerpo sin que este tenga que estar parado, lo que permite que pueda hacerse una vida normal».
También dentro de este mismo programa dirigido a alumnos, Jorge González ha desarrollado un controlador de efectos musicales que «sirve para mejorar la calidad técnica de las interpretaciones de los artistas». Las ideas de uno y otros, junto a las del resto de premiados, reciben así un impulso para salir adelante confiando en que su aplicación práctica sea pronto una realidad.